El próximo 12 de Diciembre se producirá un evento sin precedentes en la
historia de la Tierra. Por primera vez se activarán de manera definitiva los
códigos de luz del alma. Los mismos que fueron desactivados hacen miles de
años.
Se cumple así un requisito imprescindible para la llegada de la nueva Tierra:
el ser humano, para ascender, tiene que estar completo.
Recuperaremos de este modo lo que nos pertenece por derecho propio: el recuerdo
de quiénes somos y para qué hemos venido, así como las capacidades que nos son
inherentes. Pero una cosa es recuperar y otra saber utilizar.
Para las personas que están despiertas, la recuperación de esos recuerdos y
capacidades puede representar una bendición. Muchos llevan años anhelándolo.
Sin embargo, los que aún continúan anclados en la vieja energía pueden verse
inmersos de repente en un profundo caos interior.
Recuerdos a los que no encuentran sentido y percepciones que no comprenden y
que, además, les asustan. Será necesario que, tras esa fecha, las personas que
trabajan al servicio de la Luz aúnen sus esfuerzos para ayudarlos a integrar el
proceso.
Cada uno de nosotros debe prepararse previamente para ese momento, tal como nos
aconseja el Maestro Kuthumi con estas recomendaciones:
1. Buscar la paz interior. Un momento de silencio al día para escuchar la voz
del corazón.
2. Recibir conscientemente la luz del sol, con la intención de absorber su
poder sanador y elevador de frecuencias.
3. Mantener el rumbo en la dirección indicada por la voz del corazón. Aquello
que somos se manifiesta en estos días más que nunca. Caen las vendas que nos
cegaban, se derrumban barreras que nos limitaban. Por fin, muchos de nosotros
nos animamos a emprender aquello que vinimos a realizar aquí, en esta
dimensión.
4. Practicar el
desapego de viejos patrones limitantes. Abandonar los pensamientos, costumbres
y reacciones que alimentan aún la antigua energía, procurando transformarlos en
luz por medio del amor.
5. Fomentar el Amor en todas nuestras relaciones, las que más amamos y las que
nos conectan con el miedo. Estas últimas son las que más nos elevarán si somos
capaces de bañarlas de amor y aceptación.
6. Recibir la energía de la Fuente en meditación.
Su influencia en nuestros cuerpos sutiles es inmensa. Posee un gran poder transmutado
que nos libera y nos conecta.
7. Sentirnos Uno. Practicar en nuestras visualizaciones la Unión con todo lo
que es y con todo lo que existe.
Cuando llegue el momento recibiremos en nuestro interior una gran luz. Esa luz
trae los códigos de activación que necesitamos para recordar. Son códigos de
una vibración muy alta. Cuanto más elevada sea la propia vibración durante ese
día más armónica resultará la entrada de la luz y su anclaje en cada uno de
nosotros.
Podemos prepararnos como nos recomienda el Maestro Kuthumi pero, además, ese
día debemos dedicarlo especialmente al cuidado de la propia energía, al
equilibrio interior, a mantener la vibración bien alta.
Actividades como meditar, pasear al sol o estar en contacto con la Naturaleza
son las más recomendables. Hay que evitar especialmente todo lo que nos
desconecte de nuestra esencia.
Deberemos alimentarnos con moderación, procurando no ingerir alimentos de baja
vibración, como la carne o los vegetales transgénicos, y realizar algún
ejercicio físico que nos ayude a activar el flujo sanguíneo, ya que los códigos
de luz serán transportados a través de la sangre, desde el corazón al resto de
nuestro organismo.
La activación se estará produciendo durante todo el día, pero no percibiremos
completamente sus efectos hasta el día siguiente, después de haber dormido un
mínimo de seis horas.
A partir de la mañana del 12 de noviembre muchas personas sentirán el profundo
deseo de dar un giro completo a sus vidas, otros emprenderán su camino con
fuerzas renovadas y otros sentirán una gran confusión interna.
Los efectos variarán en función del grado de evolución de cada uno y de las
resistencias que esté oponiendo al proceso de cambio que todos estamos
experimentando.
El objetivo de esta activación es acabar con las limitaciones que, desde el
interior de nosotros mismos, nos están impidiendo evolucionar o despertar.
No se trata de una injerencia en el libre albedrío de los seres humanos. Se
trata de eliminar una limitación que nos fue impuesta hace miles de años,
cuando algunos seres confusos decidieron interferir en nuestro proceso
evolutivo.
Detenernos a explicar el cómo y el por qué de aquel suceso sería adentrarnos en
la vieja energía de separación y lucha, de la que ya nos estamos alejando. Ya
no importa cómo, cuándo, dónde, quién o para qué. Dentro de poco estará
resuelto.
El 12 del 12 del 12 se producirá una gran activación, pero no será la última.
Grandes acontecimientos nos esperan a la vuelta de la esquina.
Recibámoslos con amor, libres de temores e inquietudes, porque llega el reino
de la Luz a la Tierra, y eso se merece una gran fiesta.
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