ABRIL 21: ESPERA.

Espera. Si no es tiempo, si el cambio no está claro, si la respuesta o la decisión no son consistentes, espera.
Podemos sentir una sensación de urgencia. Podemos querer resolver el asunto haciendo algo, lo que sea, ahora, pero esa acción no es la que mejor nos conviene.
Es difícil vivir con confusión o con problemas no resueltos. Es más fácil resolver las cosas. Pero tomar una decisión demasiado pronto, hacer algo antes de tiempo, significa que tal vez tengamos que volver atrás y hacerlo todo de nuevo.
Si no es tiempo, espera. Si el camino no está claro, no te precipites. Si la respuesta o la decisión parecen turbias, espera.
En esta nueva forma de vivir hay una Fuerza que guía. Nunca tenemos que movernos demasiado pronto ni movernos fuera de la armonía. Esperar es una acción positiva, llena de fuerza.
A menudo, esperar es una acción a la que Dios nos ha guiado, una acción que tiene tanto poder como la decisión, y mas poder que una decisión urgente, forzada , a destiempo.
No tenemos por que presionarnos insistiendo en saber o en hacer algo antes de tiempo. Cuando sea tiempo, lo sabremos. Llegaremos a ese tiempo en forma natural y armoniosa. Tendremos paz y consistencia. Nos sentiremos con un poder que no sentimos hoy.
Lidia con el pánico, con la urgencia, con el miedo; no dejes que ellos te controlen o te dicten decisiones.
Esperar no es fácil. No es divertido. Pero frecuentemente es necesario esperar para lograr lo que queremos. No es un tiempo muerto. No es un tiempo desperdiciado. La respuesta vendrá. El tiempo llegará. Y será a tiempo.
“Hoy esperaré si la espera es la acción que necesito para poder cuidarme a mí mismo. Sabré que estoy emprendiendo una acción positiva, llena de fuerza, esperando hasta que sea tiempo. Dios mío, ayúdame a dejar ir el miedo, la urgencia y el pánico. Ayúdame a aprender el arte de esperar hasta que sea tiempo. Ayúdame a conocer el tiempo”.

(Melody Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós).

ABRIL 20: TIEMPOS LIMITE.

No sé si quiero estar en esta relación o terminar con ella. He estado batallando con esto durante meses. No es adecuado que le dé largas indefinidamente. Me daré dos meses para tomar una decisión. (Anónimo).
Ya hace seis meses que tengo en la cabeza este problema sin resolver. Estoy confundido. No sé qué hacer. Me voy a dar un mes para llegar a una solución. (Anónimo).
A veces, ayuda el fijarse un tiempo límite. Esto puede ser cierto cuando enfrentamos problemas no resueltos, cuando estamos batallando con una decisión difícil, cuando hemos estado sentados en el banquillo un buen rato, o cuando nos hemos estado debatiendo en confusión durante un tiempo acerca de un asunto en particular.
Eso no significa un tiempo límite esculpido en piedra. Significa que estamos estableciendo un espacio de tiempo para ayudarnos a no sentirnos tan impotentes y para ayudarnos a encontrar una solución.
Fijar un tiempo límite puede liberar nuestra energía para hacer a un lado el problema o el asunto, para dejarlo ir y permitir que el universo, nuestro Poder Superior y nosotros mismos empecemos llegar a una solución.
No necesitamos decirle siempre a la gente que hemos fijado un tiempo límite. A veces, es mejor quedarse callado, pues de otra forma la gente puede sentir que estamos tratando de controlarla y puede rebelarse contra nuestro tiempo límite. A veces, es apropiado compartir con los demás que hemos establecido un tiempo límite.
Los tiempos límites son, primordialmente, una herramienta que usamos para ayudarnos. [Los tiempos límite] necesitan ser razonables y apropiados para cada situación individual. Si se usan adecuadamente, pueden ser una herramienta benéfica para ayudarnos a superar problemas y situaciones difíciles sin sentirnos atrapados e impotentes. Nos pueden ayudar a dejar ir el miedo y la obsesión, para que podamos concentrar nuestras energías en direcciones más constructivas. Establecer un tiempo límite nos puede ayudar a quitarnos de ese lugar incómodo en el que nos sentimos victimados por una persona o por un problema que no podemos resolver.
Los tiempos límite nos pueden ayudar a desapegarnos y seguir adelante.
“Hoy consideraré si sería útil fijar un tiempo límite en algún aspecto de mi vida. Reclamo la Sabiduría y la Guía Divinas para establecer tiempos límite adecuados para cualquier problema o cuestiones relacionadas con mis relaciones que pudiera tener”.

(Melody Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós).

ABRIL 19: ACEPTA EL CAMBIO.

Muchos de nosotros fuimos oprimidos y victimados cuando niños. Ya de adultos, podemos seguir sintiéndonos oprimidos.
Algunos de nosotros no reconocemos que cuidar excesivamente a los demás y no fijar límites nos hará sentirnos victimados.
Algunos de nosotros no entendemos que pensar que somos victimas nos hace sentir oprimidos.
Algunos de nosotros no sabemos que tenemos la llave de nuestra propia libertad. Esa llave está en honrarnos a nosotros mismos y cuidar de nosotros mismos.
Podemos decir lo que queremos y querer lo que decimos.
Podemos dejar de esperar que los demás nos den lo que necesitamos y asumir la responsabilidad que tenemos para con nosotros mismos. Cuando lo hagamos, se abrirán de par en par las puertas de la libertad. Pasa por ellas.
“Hoy comprenderé que yo tengo la llave de mi libertad. Dejaré de participar en mi opresión y mi victimización. Asumiré la responsabilidad que tengo para conmigo mismo y dejaré que los otros hagan lo que quieran”.

(Melody Beattie,  Libro El Lenguaje del Adiós).

ABRIL 18: LIBERTAD.

Muchos de nosotros fuimos oprimidos y victimados cuando niños. Ya de adultos, podemos seguir sintiéndonos oprimidos.
Algunos de nosotros no reconocemos que cuidar excesivamente a los demás y no fijar límites nos hará sentirnos victimados.
Algunos de nosotros no entendemos que pensar que somos victimas nos hace sentir oprimidos.
Algunos de nosotros no sabemos que tenemos la llave de nuestra propia libertad. Esa llave está en honrarnos a nosotros mismos y cuidar de nosotros mismos.
Podemos decir lo que queremos y querer lo que decimos.
Podemos dejar de esperar que los demás nos den lo que necesitamos y asumir la responsabilidad que tenemos para con nosotros mismos. Cuando lo hagamos, se abrirán de par en par las puertas de la libertad. Pasa por ellas.
“Hoy comprenderé que yo tengo la llave de mi libertad. Dejaré de participar en mi opresión y mi victimización. Asumiré la responsabilidad que tengo para conmigo mismo y dejaré que los otros hagan lo que quieran”.

(Melody Beattie, El Lenguaje del Adiós).

ABRIL 17: CUIDEMOS DE NOSOTROS MISMOS

Con frecuencia nos referimos a la recuperación de la codependencia y de ser hijos adultos de alcohólicos con el término “auto-cuidado”. El cuidado de uno mismo no es, como algunos pudieran pensar, una moda de la “generación yo”. No es auto-indulgencia. No es egoísmo, en la interpretación negativa de esa palabra.
Estamos aprendiendo a cuidar de nosotros mismos, en vez de concentrarnos obsesiva mente en otra persona. Estamos aprendiendo la auto-responsabilidad, en vez de sentirnos excesivamente responsables de los demás.
Cuidarse a uno mismo significa también cumplir con nuestras verdaderas responsabilidades hacia los otros; y esto lo hacemos mejor cuando no nos sentimos demasiado responsables.
Cuidarse a uno mismo a veces significa
 “yo primero” , pero por lo general, significa “yo también”. Significa que somos responsables de nosotros mismos y que podemos escoger ya no seguir siendo victimas.
Cuidarse a uno mismo significa aprender a amar a la persona de la que somos responsables:
 nosotros mismos.No lo hacemos para invernar dentro de un capullo de aislamiento y autoindulgencia; lo hacemos para poder amar mejor a los demás y para aprender a dejar que ellos nos amen.
Cuidarse a uno mismo no es egoísmo, es autoestima.
“Hoy, Dios mío, ayúdame a amarme a mí mismo. Ayúdame a dejar ir la sensación de que soy excesivamente responsable de los que me rodean. Enséñame qué necesito hacer para cuidarme a mí mismo y para ser adecuadamente responsable hacia los demás”.

(Melody Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós).

ABRIL 16: DEJA QUE SUCEDAN LAS COSAS.

No tenemos que trabajar tan duro por lograr conocernos a nosotros mismos. Sí, estamos aprendiendo que ocurren cosas dolorosas y decepcionantes, a menudo por una razón y por un propósito superior. Sí, estas cosas a veces suceden para nuestro bien. Pero no tenemos que gastar tanto tiempo y energía imaginando el propósito y el plan de cada detalle de nuestra vida. ¡Eso es hipervigilancia!
A veces, el coche no arranca. A veces se descompone la lavadora de platos. A veces pescamos un resfriado. A veces se nos acaba el agua caliente. A veces tenemos un mal día. Aunque ayuda el lograr aceptación y gratitud por estas molestias irritantes, no tenemos que procesar todo y descubrir si todo está dentro del esquema de cosas.
Soluciona el problema. Repara el coche. Arregla la lavadora de platos. Cuídate el resfriado. Espera a darte la ducha hasta que haya agua caliente. Consiéntete si estás teniendo un mal día. Cumple con tus responsabilidades ¡y no te tomes todo en forma tan personal! Si necesitamos reconocer algo dentro de nosotros mismos o hacernos conscientes de algo en particular, se nos guiará en esa dirección.
Ciertamente queremos estar atentos a los patrones de conducta. Pero con frecuencia, las grandes explicaciones acerca de uno mismo y el procesamiento de cosas significativas es algo que ocurre en forma natural.
No tenemos que cuestionar cada suceso para ver cómo encaja dentro del Plan. El Plan
 -la toma de conciencia, la explicación de nuestra conducta, el potencial para el crecimiento personal- se nos revelara solo. Tal vez la lección sea aprender a solucionar nuestros problemas sin saber siempre su significado. Quizá la lección sea aprender a solucionar nuestros problemas sin saber siempre su significado.Quizá la lección sea confiar en nosotros mismos para vivir y experimentar la vida.
“Hoy dejare que sucedan las cosas sin preocuparme acerca del significado de cada evento. Confiare en que esto promoverá mi desarrollo mas rápido que si fuera por la vida llevando un microscopio.Confiare en que mis lecciones se me revelaran solas a su debido tiempo”.

(Melody Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós).

Es cuestion de Actitud.

Recomenzar...gracias ,llego en el momento preciso.

ABRIL 15: COMUNICACIÓN.

Parte de adueñarnos de nuestro poder está en aprender a comunicarnos en forma clara, directa y asertiva. No tenemos que dar grandes rodeos en nuestra conversación para controlar las reacciones de los demás. Los comentarios que infunden sentimientos de culpa únicamente producen culpa. No tenemos que arreglar o cuidar a la gente con nuestras palabras; tampoco podemos esperar que otros nos cuiden con sus palabras. Podemos conformarnos con que nos escuchen y acepten. Y podemos escuchar respetuosamente lo que los demás tienen que decir.
Insinuar lo que necesitamos no funciona. Los demás no pueden leernos el pensamiento y es probable que resientan nuestras indirectas. La mejor manera de asumir responsabilidad de lo que queremos es pedirlo directamente. Y también podemos insistir en que los otros sean directos. Si necesitamos decir
 “no” a una petición particular,podemos hacerlo. Si alguien está tratando de controlarnos a través de una conversación, podemos rehusarnos a participar.
Reconocer directamente sentimientos,tales como la decepción o la ira, en vez de hacer que los otros adivinen nuestros sentimientos oque éstos afloren de otras maneras, es parte de la comunicación responsable. Si no sabemos lo que queremos decir, también podemos decirlo.
Podemos pedir información y utilizar las palabras para establecer un contacto más cercano, pero no tenemos que escuchar insensateces, ni participar en ellas. Podemos decir lo que queremos y detenernos cuando hayamos acabado.
“Hoy me comunicaré en forma clara y directa en mis conversaciones con los demás. Me esforzaré por evitar comentarios manipuladores, indirectos, que produzcan sentimientos de culpa. Puedo tener tacto y ser suave cuando sea posible. Y puedo ser asertivo si es necesario”.

(Melody Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós).

ABRIL 14: PERFECCIONISMO.

Recuperarse de la Codependencia es un proceso individual en el que es necesario cometer errores, luchar contra problemas y encarar asuntos difíciles.
Esperar que seamos perfectos retarda este proceso, nos pone en un estado de ansiedad y culpa. Esperar que los otros sean perfectos es igualmente destructivo; hace que los demás se sientan avergonzados y puede interferir con su estado emocional. La gente es humana y vulnerable, y eso es maravilloso. Podemos aceptar esa idea y apreciarla. Esperar que los demás sean perfectos nos pone en ese estado codependiente de superioridad moral. Esperar que nosotros seamos perfectos nos hace sentir rígidos e inferiores.
¡Podemos dejar ir ambas ideas!. 
Pero no es necesario que nos vayamos al otro extremo, tolerando cualquier cosa que la gente nos aviente. Podemos seguir esperando una conducta adecuada, responsable por parte nuestra. Pero la mayoría de nosotros podemos darnos el lujo de aflojar un poquito. Y cuando dejamos de esperar que los demás sean perfectos, quizá descubramos que están actuando bastante mejor de lo que habíamos pensado. Cuando dejamos de esperar la perfección en nosotros mismos, descubriremos la belleza en nosotros mismos.
“Hoy practicare la tolerancia, la aceptación y el amor hacia los demás tal como son, y a hacia mi tal como soy. Luchare por lograr un equilibrio entre esperar demasiado y esperar demasiado poco de los demás y de mi mismo”.

(Melody Beattie,  Libro El Lenguaje del Adiós).

ABRIL 13: DISFRUTE.

Una de las prohibiciones que muchos de nosotros aprendimos en la niñez es la tácita regla “No te diviertas ni disfrutes de la vida”. Esta regla crea mártires, gente que no se permite aceptar los placeres de la vida cotidiana.
Muchos de nosotros asociábamos el sufrimiento con alguna especie de santidad. Ahora, lo asociamos con la codependencia. Podemos ir viviendo el día haciéndonos sentir ansiosos, culpables, desgraciados y privados. O podemos permitirnos vivir ese mismo día sintiéndonos bien. En la recuperación, eventualmente aprendemos que la elección es nuestra.
Hay mucho de qué disfrutar cada día, y está bien sentirse bien. Podemos permitirnos disfrutar nuestras tareas. Podemos aprender a relajarnos sin sentimientos de culpa. Podemos aprender incluso a divertirnos.
Trabaja para aprender a divertirte. Aplícate con dedicación a aprender a disfrutar. Trabaja tan duro para aprender a divertirte como lo hiciste para sentirte desgraciado.
Nuestro trabajo se verá recompensado. Lo divertido se volverá divertido. La vida se convertirá en algo que vale la pena vivir. Y cada día encontraremos muchos placeres que disfrutar.
“Hoy me permitiré disfrutar de la vida al ir viviendo el día”.

(Melody Beattie , Libro El Lenguaje del Adiós).

ABRIL 12: DEJA IR EL MIEDO.

Imagínate nadando –flotando- plácidamente en un suave arroyo. Lo único que necesitas hacer es respirar, relajarte y dejarte ir con la corriente. Súbitamente, te vuelves consciente de tu situación. Asustado, abrumado con los “¿qué tal si…?”, tu cuerpo se tensa. Empieza a chapotear, buscando frenéticamente algo de dónde asirte.
Te da tanto pánico que empiezas a hundirte. Y luego te acuerdas, estás trabajando muy duro en esto. No necesitas llenarte de pánico. Lo único que necesitas es respirar, relajarte y dejarte ir con la corriente. No te ahogarás. El pánico es nuestro gran enemigo.
No es necesario que nos sintamos desesperados. Si aparecen en nuestra vida problemas abrumadores, necesitamos dejar de luchar. Podemos chapotear un poco hasta que vuelva nuestro equilibrio. Luego podemos seguir flotando plácidamente en el suave arroyo. Es nuestro arroyo. Es un arroyo seguro. Nuestro rumbo ha sido trazado. Todo está bien.
“Hoy me relajaré, respiraré y me dejare ir con la corriente”.

(Melody Beattie , Libro El Lenguaje del Adiós).

ABRIL 11: METAS ECONÓMICAS.

Al asumir la responsabilidad de nuestras cuestiones económicas mejorará nuestra autoestima y disminuirá nuestra ansiedad.
Cada uno de nosotros, hoy, tiene una serie de circunstancias económicas. Tenemos disponible cierta cantidad de dinero, y dinero por cobrar que se nos debe. Tenemos un montón de cuentas que debemos pagar. Tenemos que pagar impuestos. Esas son nuestras circunstancias económicas actuales. No importa cuáles sean los detalles de las mismas, la aceptación, la gratitud y la autorresponsabilidad disminuirán el estrés.
Cada uno de nosotros, hoy, tiene un futuro económico. Hay pocos aspectos futuros de nuestra vida que podemos controlar, pero un papel que podemos jugar para ayudar a nuestro futuro es fijar metas.
No tenemos por qué obsesionarnos acerca de nuestras metas.
No tenemos que estar vigilando y marcando constantemente nuestro progreso hacia su consecución. Pero es beneficioso pensar acerca de nuestras metas y escribirlas. ¿Qué queremos que suceda en nuestro futuro económico? ¿Qué problemas financieros nos gustaría resolver? ¿De qué cuentas por pagar nos gustaría deshacernos? ¿Cuánto te gustaría estar ganando a fines de este año? ¿A fines del año próximo? ¿Dentro de cinco años?
¿Estamos dispuestos a trabajar por nuestras metas y a confiar que nuestro Poder Superior nos guía?
Paga tus cuentas a tiempo. Ponte en contacto con tus acreedores. Llega a un arreglo con ellos. Haz hoy lo mejor que puedas para asumir tus responsabilidades económicas. Fija metas para el futuro. Luego, olvídate del dinero y concéntrate en vivir. Asumir la responsabilidad de nuestros asuntos financieros no significa concentrar nuestra atención en el dinero. Asumir la responsabilidad de nuestra economía nos capacita para quitar nuestra atención del dinero. Nos libera para cumplir con nuestro trabajo y vivir la vida que queremos.
Merecemos tener la autoestima y la paz que acompaña a la responsabilidad económica.
“Hoy me tomaré el tiempo necesario para ser responsable de mí mismo en el aspecto económico. Si es tiempo de pagar mis cuentas pendientes y hablar con mis acreedores, lo haré. Si es tiempo de fijar metas, las fijaré. Una vez haya hecho mi parte, me olvidaré del resto”.

(Melody Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós).

ABRIL 10: NO USEMOS A LOS DEMÁS PARA DETENER NUESTRO DOLOR.

Nuestra felicidad no es un regalo que otra persona lleve en sus manos. Nuestro bienestar no lo guarda otro que nos lo da o nos lo quita a capricho. Si salimos y tratamos de forzar a alguien a que nos dé lo que creemos que guarda, nos decepcionaremos. Descubriremos que eso es una ilusión. La persona no lo tenía. Nunca lo tendrá. Esa caja bellamente envuelta con un listón que creíamos que contenía nuestra felicidad y que alguien llevaba en sus manos, ¡es una ilusión!
En aquellos momentos en que estamos tratando de salir y de forzar a alguien a que cese nuestro dolor y cree nuestra felicidad, si nos armamos de valor para dejar de andar por ahí azotándonos y nos ponemos de pie y manejamos nuestros asuntos, encontraremos nuestra felicidad.
Es cierto que si alguien nos pisa el pie, esa persona nos está lastimando y por lo tanto tiene el poder de hacer que cese nuestro dolor quitando su pie de encima. Pero el dolor sigue siendo nuestro.
Y también lo es la responsabilidad de decirle a alguien que deje de pisarnos los pies.
La curación vendrá cuando estemos conscientes de cómo intentamos utilizar a los demás para que hagan cesar nuestro dolor y creen nuestra felicidad. Nos curaremos del pasado. Recibiremos percepciones que pueden cambiar el curso de nuestras relaciones.
Veremos que, todo el tiempo, nuestra felicidad y nuestro bienestar han estado en nuestras manos. Nosotros hemos guardado esa caja. A nosotros nos toca abrirla y tener el contenido.
“Dios mío, ayúdame a recordar que yo tengo la llave de mi propia felicidad. Dame el valor para ponerme de pie y lidiar con mis propios sentimientos. Dame las percepciones que necesito para mejorar mis relaciones. Ayúdame a dejar de bailar el baile codependiente y a empezar a bailar el baile de la recuperación”.

(Melody Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós).

ABRIL 9: DAR.

Aprender a dar sanamente puede ser un reto. Muchos de nosotros nos embarcamos en dar de forma compulsiva, actos caritativos motivados por sentimientos no caritativos de culpa, vergüenza, obligación, lastima y superioridad moral.
Ahora entendemos que ser nanas de los demás y dar en forma compulsiva no funciona. Nos sale el tiro por la culata.
Cuidar desmedidamente a los demás hace que nos sigamos sintiendo victimas.
Muchos de nosotros dimos demasiado, pensando que estábamos haciendo bien las cosas; y luego nos confundimos porque nuestra vida y nuestras relaciones no estaban funcionando. Muchos de nosotros dimos tanto y durante tanto tiempo, pensando que estábamos haciendo la voluntad de Dios, que luego en la recuperación nos negamos a dar, a querer o a amar durante un tiempo.
Eso está bien. Tal vez necesitábamos un descanso. Pero dar sanamente es parte de vivir sanamente. La meta en la recuperación es el equilibrio, una actitud solicitada motivada por un verdadero deseo de dar, con una actitud subyacente de respeto hacia nosotros mismos y hacia los demás.
La meta en la recuperación es elegir lo que queremos dar, a quién, cuándo y cuánto. La meta en la recuperación es dar y no sentirnos victimados porque damos.
¿Estamos dando porque queremos hacerlo o porque es nuestra responsabilidad? ¿O estamos dando porque nos sentimos obligados, avergonzados o superiores? ¿Estamos dando porque nos da miedo a decir no? ¿Resultan útiles las maneras como tratamos de ayudar a la gente, o le impiden a los demás afrontar sus verdaderas responsabilidades?¿Estamos dando para caerle bien a la gente o para que se sienta obligada hacia nosotros? ¿Estamos dando para probar que somos valiosos? ¿O estamos dando porque queremos dar y porque nos sentimos bien al hacerlo?
La recuperación incluye un ciclo de dar y recibir. Mantiene una sana energía fluyendo entre nosotros,nuestro Poder Superior y los demás. Aprender a dar de manera sana lleva su tiempo. Se lleva su tiempo aprender a recibir. Sé paciente. El equilibrio vendrá.
“Díos mío, por favor guía hoy mis motivos para dar”.

(Melody Beattie,  Libro El Lenguaje del Adiós).

ABRIL 8: CUIDADO DE UNO MISMO.

Yo no sé qué es precisamente lo que necesites hacer para cuidar de ti mismo, pero sí sé que lo puedes averiguar. (Más Allá de la Codependencia).
Descansa cuando estés cansado. Toma un vaso de agua fría cuando tengas sed. Llama a un amigo a amiga cuando te sientas solo. Pídele ayuda a Dios cuando te sientas abrumado.
Muchos de nosotros hemos aprendido a privarnos de muchas cosas y a descuidarnos a nosotros mismos. Muchos de nosotros hemos aprendido a esforzarnos duro, cuando el problema está en que ya nos hemos esforzado demasiado.
Muchos de nosotros tememos no terminar el trabajo si descansamos cuando nos sentimos cansados. Terminaremos el trabajo; lo terminaremos mejor que el trabajo que surge cuando estamos cansados del alma y del espíritu. La gente que se mima, que se prodiga cuidados, que se ama a si misma y se cuida, es el deleite del universo. Esta gente va a su ritmo, es eficiente y cuenta con la guía divina.
“Hoy practicaré el amoroso cuidado de mí mismo”.

(Melody Beattie,  Libro El Lenguaje del Adiós).

ABRIL 7: AQUELLOS SENTIMIENTOS DE LOS VIEJOS TIEMPOS.

Todavía tengo días malos. Pero está bien. Antes solía tener años malos. (Anónimo).
A veces se cuelan esos viejos sentimientos. Podemos sentirnos temerosos, avergonzados y desesperanzados. Podemos no sentirnos tan buenos, indignos de ser amados, victimados, desamparados y resentidos. Eso es
 “codependencia”, un estado que algunos describen como “enfermedad del alma”.
Muchos de nosotros nos sentíamos así cuando empezamos la recuperación. En ocasiones recaemos en esos sentimientos luego de haber comenzado la recuperación.A veces hay una razón para ello. Un evento puede disparar estas reacciones, como terminar una relación, el estrés, problemas en el trabajo, en la casa o con los amigos. También la enfermedad física. Finalmente, estos sentimientos regresan sin motivo.
Volver a sentir esos viejos sentimientos no significa que hayamos regresado al primer peldaño de nuestra recuperación. No significa que hayamos fracasado en nuestra recuperación.No significa que ahora nos toque una larga, dolorosa sesión de sentirnos fatal. Simplemente están ahí. La solución es la misma:
practicar lo básico. Algo de lo básico es:
 amarnos y confiar en nosotros mismos, desapegarnos, manejar los sentimientos, dar y recibir apoyo en la comunidad de recuperación, usar nuestras afirmaciones y divertirnos. Otro aspecto básico es practicar los pasos. A menudo, el trabajar los Pasos es lo que nos da la fuerza y nos capacita para practicar los otros aspectos básicos, tales como el desapego y el amor a uno mismo.
Si regresan los viejos sentimientos, da por seguro que hay una forma de salir de ellos que funcionará.
“Hoy si me encuentro en el oscuro abismo de la codependencia, practicaré un paso para ayudarme a salir de él”.

(Melody Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós).

ABRIL 6: PACIENCIA..

Qué hartos y fastidiados nos sentimos cuando la gente nos dice que seamos pacientes o que aprendamos a tener paciencia. Cuán frustrante puede ser querer tener finalmente algo, o ir hacia delante, y que luego eso no suceda.
Qué irritante que alguien nos diga que esperemos cuando nuestras necesidades no han sido satisfechas y nosotros estamos en medio de la ansiedad, de la frustración y de la inacción. No confundas la sugerencia de ser paciente con aquella vieja regla de no tener sentimientos.
¡Ser paciente no significa que atravesamos el proceso a veces abrumador de la vida y de la recuperación sin experimentar sentimientos! Siente la frustración. Siente la impaciencia. Enójate cuanto sea necesario porque tus necesidades no están satisfechas. Siente tu miedo. ¡Controlar tus sentimientos no hará que controles el proceso! Descubrimos la paciencia sometiéndonos a nuestros sentimientos.
A la paciencia no se le puede forzar. Es un don que sigue de cerca a la aceptación y a la gratitud. Cuando manejemos nuestros sentimientos para aceptar totalmente lo que somos y lo que tenemos, estaremos listos para ser y tener más.
“Hoy me dejaré experimentar mis sentimientos mientras practico la paciencia”.

(Melody Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós).

ABRIL 5: DESAPEGUÉMONOS CON AMOR

El desapego es una de las claves en la recuperación de la codependencia. Este fortalece nuestras relaciones sanas, aquellas que queremos que crezcan y florezcan. Beneficia nuestras relaciones difíciles, ésas que estamos aprendiendo a manejar. ¡El desapego nos ayuda!.
El desapego no es algo que hacemos una sola vez. Es una conducta cotidiana en nuestra recuperación. La aprendemos cuando estamos empezando nuestra recuperación de la codependencia y de cuestiones de hijos adultos de alcohólicos. Y seguimos practicándola a medida que crecemos y cambiamos, y a medida que nuestras relaciones crecen y cambian.
Aprendemos a dejar ir a la gente que amamos, a la gente que nos cae bien, y a aquellas que no nos interesan particularmente. Nos separamos nosotros mismos, y a nuestro proceso, de los otros y sus procesos.
Renunciamos a llevar las riendas y a nuestra necesidad de control en nuestras relaciones. Asumimos la responsabilidad para con nosotros y permitimos que los demás hagan lo mismo. Nos desapegamos en el entendimiento de que la vida se está desarrollando exactamente como se necesita desarrollar, tanto para nosotros mismos como para los demás. La manera como la vida se desenvuelve es buena, aun cuando duela. Y en último término, podemos beneficiarnos hasta de las situaciones más difíciles. Hacemos esto en el entendimiento de que está a cargo de ello un Poder que es superior a nosotros y de que todo está bien.
“Hoy aplicaré el concepto del desapego en mis relaciones, al máximo de mi capacidad. Si no puedo desapegarme completamente, trataré de hacerlo a medias”.

(Melody Beattie ,  Libro El Lenguaje del Adiós).

¡No Desistas!




Cuando vayan mal las cosas
como a veces suelen ir,

Cuando ofrezca tu camino
solo cuestas que subir,

Cuando tengas poco haber
pero mucho que pagar,

Y precise sonreir
aún teniendo que llorar,

Cuando ya el dolor te agobie
y no puedas ya sufrir,

Descansar acaso debes
pero nunca desistir.

Tras la sombra de la duda
ya plateada ya sombría,

Pueda pues seguir al triunfo
no al fracaso que temías,

Y no es dable a tu ignorancia
figurarse cuan cercano puede estar,

El bien que anhelas
y que juzgas tan lejano.

Lucha pues, por más que tengas
en la brega que sufrir.

Cuando todo esta peor,
¡Más debemos insistir!

Rudyard Kipling

ABRIL 4: NEGOCIA LOS CONFLICTOS.

La recuperación trata de algo más que de alejarse. A veces significa aprender a quedarse y a hacer un trato. Trata acerca de construir y mantener relaciones que funcionan. (Más allá de la codependencia).
Los problemas y los conflictos son parte de la vida y de las relaciones con los amigos, los familiares, los seres amados y en el trabajo. La solución de problemas y la negación de conflictos son destrezas que podemos adquirir y mejorar con el tiempo.
El no estar dispuestos a acatar y resolver problemas en las relaciones conlleva a sentimientos no resueltos de ira y victimización, a ruptura en las relaciones, a problemas no resueltos y a juegos de poder que intensifican el problema y desperdician tiempo y energía. No estar dispuestos a encarar y a solucionar problemas significa que podemos volver a tener ese problema.
Algunos problemas con la gente no se pueden solucionar de una forma mutuamente satisfactoria. A veces, el problema es acerca de un límite que tenemos, y ahí no cabe el negociar. En ese caso necesitamos entender claramente lo que queremos y necesitamos y cuál es nuestra última palabra.
Sin embargo, algunos problemas con la gente se pueden resolver y negociar satisfactoriamente. A menudo hay opciones que funcionan para solucionar problemas que ni siquiera vemos hasta que nos abrimos al concepto de resolver los problemas dentro de nuestras relaciones, en vez de huir de los problemas.
Para negociar los problemas, debemos estar dispuestos a identificar el problema, dejar ir la vergüenza y el echar culpas y concentrarnos en posibles soluciones creativas. Para negociar y resolver con éxito los problemas en nuestras relaciones, debemos saber cuál es nuestra última palabra y cuáles son nuestros límites para no perder tiempo tratando de negociar cosas que no son negociables.
Necesitamos aprender a identificar lo que las dos personas realmente quieren y necesitan, y las diferentes posibilidades que existen para resolver el conflicto. Podemos aprender a ser flexibles sin ser demasiado flexibles. Las relaciones de intimidad, donde hay un compromiso, significan que dos personas están aprendiendo a solucionar juntas sus problemas y conflictos para que esa solución funcione de la manera mas conveniente para ambos.
“Hoy estaré abierto a negociar los conflictos que tengo con la gente. Luchare por lograr el equilibrio sin ser demasiado sumiso o demasiado exigente. Luchare por lograr una flexibilidad adecuada en mis esfuerzos para resolver problemas”.

(Melody Beattie,  Libro El Lenguaje del Adiós).

ABRIL 3: ACEPTACIÓN.

Ríndete al momento. Remóntate sobre él, por todo lo que esto vale la pena. Lánzate sobre él. Deja de resistirte.
Gran parte de nuestra angustia se crea cuando nos estamos resistiendo. Es posible sentir gran alivio, consuelo y cambio cuando aceptamos, cuando simplemente aceptamos.
Perdemos nuestro tiempo, desperdiciamos nuestra energía y hacemos más difíciles las cosas al resistir, reprimir y negar. El reprimir nuestros pensamientos no hará que éstos desaparezcan. Reprimir un pensamiento ya formado no nos hará una persona mejor. Piénsalo. Deja que se haga realidad. Luego, libérate de él. Un pensamiento no es para siempre. Si no nos gusta, podemos pensar otro o cambiarlo. Pero para hacerlo, debemos aceptar el primer pensamiento y liberarnos de él.
La resistencia y la represión no cambiará nada. Nos podrán en guerra con nuestros pensamientos.
Nos hacemos la vida más difícil al resistir y reprimir nuestros sentimientos. No importa cuán oscuro, cuán incómodos, cuán injustificados, cuán sorprendentes, cuan “inadecuados” consideremos que sean nuestros sentimientos, resistirnos y reprimirlos no nos librara de ellos. Hacerlo los empeorara. Se moverán como torbellino en nuestro interior, nos atormentaran, nos enfermaran, harán que nos duela el cuerpo, nos obligaran a hacer cosas compulsivas, nos mantendrán despiertos o nos podrán a dormir.
En el análisis final lo único que se nos pide hacer es aceptar nuestros sentimientos sintiéndonos y diciendo:
 “Si, esto es lo que siento”.
Los sentimientos son para el momento presente. Entre mas rápido aceptemos un sentimiento, mas pronto nos moveremos al siguiente.
Resistir o reprimir pensamientos o sentimientos no nos hara cambiar ni convertirnos en la persona que queremos ser o que pensamos que deberíamos ser. Nos pone en resistencia a la realidad. Nos hace reprimidos. A veces nos deprime.
Resistirnos a los eventos o a las circunstancias de nuestra vida no cambia las cosas, no importa qué indeseables puedan ser los eventos o las circunstancias.
 La aceptación nos convierte en la persona que somos y que queremos ser. La aceptación les da poder a los eventos y a las circunstancias para que se conviertan en lo mejor.
¿Qué hacemos si estamos resistiéndonos en una guerra sin cuartel contra alguna realidad en nuestra vida? Aceptar nuestra resistencia puede ayudarnos, también, a superarla. Aceptación no significa que estemos dando nuestra aprobación. No significa que nos sometamos a la voluntad y a los planes de otro. No significa compromiso. No es para siempre. Es para el momento presente. La aceptación no hace las cosas más difíciles. Las hace más fáciles. La aceptación no significa que aceptemos el abuso o el maltrato; no significa que renunciemos a nosotros mismos, a nuestros límites, esperanza, sueños, deseos o necesidades. Significa que aceptemos lo que es, para que sepamos qué hacer para cuidar de nosotros mismos y qué límites necesitamos fijar. Significa que aceptamos lo que hay, y quienes somos, en el momento presente, para que estemos libres de cambiar y de crecer.
La aceptación y el sometimiento nos lleva hacia delante en este viaje. La fuerza no funciona.
La aceptación y el sometimiento, dos conceptos que lastiman más antes de practicarlos.
“Hoy practicaré aceptarme a mí mismo y a mis circunstancias actuales. Empezaré a ver y a confiar en la magia que la aceptación puede traer a mi vida y a mi recuperación”.

(Melody Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós).

ABRIL 2: ENFRENTÉMONOS A NUESTRO LADO OSCURO.

Sin miedo hicimos un minucioso inventario moral de nosotros mismos. (Paso cuatro de Alcohólicos Anónimos).
Para cuando llegamos al paso cuarto de los Doce Pasos, ya estamos listos para enfrentarnos a nuestro lado oscuro, el lado que nos impide amarnos a nosotros mismos y a los demás, que los demás nos amen y que disfrutemos la vida.
El propósito del paso cuatro no es el de hacernos sentir peor; nuestro propósito es empezar a remover los bloqueos para la alegría y el amor. Buscamos los miedos, la ira, las heridas y la vergüenza de los eventos del pasado, sentimientos enterrados que pueden estar afectando nuestra vida hoy. Buscamos las creencias subconscientes
acerca de nosotros mismos y de los demás que puedan estar interfiriendo con la calidad de nuestras relaciones.
Esas creencias dicen:
 No soy digno de ser amado… Soy una carga para los que me rodean…. No se puede confiar en la gente…. No se puede confiar en mí…. No merezco ser feliz y tener éxito… La vida no vale la pena vivirla. Vemos nuestras conductas y nuestros patrones con el objeto de discernir los que son autodestructivos.
Con amor y compasión para con nosotros mismos, tratamos de desenterrar todos nuestros sentimientos de culpa –merecidos e inmerecidos- y exponerlos a la luz .
Llevamos a cabo este examen sin miedo a lo que podamos encontrar, porque este escrutinio del alma puede purificarnos y ayudarnos a sentirnos mejor con nosotros mismos de lo que alguna vez soñamos que podría ser posible.
“Dios mío, ayúdame a buscar los bloqueos y barreras dentro de mí mismo. Trae a mi mente consciente lo que necesito saber, para que me pueda liberar de ello. Enséñame lo que necesito saber acerca de mí mismo”.

(Melody Beattie,  Libro El Lenguaje del Adiós).

ABRIL 1: PONTELO FACIL

Pontelo fácil, quizá tengas que empujar hacia adelante, pero no tienes que empujar tan duro. Hazlo suavemente, en paz.
No vayas con tanta prisa, en ningún día, a ninguna hora, en ninguna parte, en ningún momento se te requiere que hagas mas de lo que puedas hacer en paz.
Las conductas frenéticas y la urgencia no son la base para nuestra nueva forma de vida.
No tengas tanta prisa por comenzar. Empieza, pero no fuerces el comienzo si aun no es tiempo. Los comienzos llegaran pronto.
Disfruta y saborea lo de en medio, el meollo del asunto.
No tengas mucha prisa por terminar. Quizá ya estés listo para hacerlo, pero disfruta de los momentos finales. Entrégate completamente a esos momentos para que puedas dar y recibir todo lo que contienen.
Deja que la paz fluya en forma natural. Camina hacia adelante. Empieza. Sigue yendo hacia adelante. Sin embargo, hazlo suavemente, en paz.
 !Aprecia cada momento!
“Hoy Dios mio, Ayúdame a concentrarme en un ritmo tranquilo en vez de apurado. Seguiré yendo hacia delante suave, no frenéticamente. Ayúdame a dejar ir mi necesidad de estar ansioso, tenso Y apurado. Ayúdame a reemplazarla con la necesidad de estar en paz y en armonía”.

(Melody Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós).

MARZO 31: FINANZAS.

Tomar la responsabilidad económica de nosotros mismos es parte de la recuperación. Muchos de nosotros nos encontramos en duras situaciones económicas por una variedad de razones.
Nuestros conceptos de recuperación, incluyendo los Pasos, funcionan en cuestiones de dinero, y restauran la gobernabilidad de esa área de nuestra vida. Repara los daños, aunque eso signifique pagar una deuda de cinco mil euros, enviando cinco euros al mes.
Empieza donde estás, con lo que tienes. Al igual que pasa con otras cosas, la aceptación y la gratitud convierten en más lo que tenemos. Los asuntos de dinero no son un buen lugar para actuar
 “como si”. No hagas cheques hasta que tengas el dinero en el banco. No te gastes el dinero hasta que lo tengas en la mano.
Si hay muy poco dinero para sobrevivir, usa los recursos adecuados de que disponemos sin vergüenza.
Fija metas.
Cree que mereces lo mejor, económicamente.
Cree que Dios se preocupa de tu economía.
Deja ir tu miedo y confía.
“Hoy me concentraré en asumir la responsabilidad por mi situación económica actual, no importa cuán abrumadora sienta y sea esa área de mi vida”.

(Melody Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós).

MARZO 30: EXPERIMENTA

Experimenta. prueba algo nuevo. Trata de divertirte.
Nos han detenido mucho tiempo. Nos hemos detenido mucho tiempo nosotros mismos.
Cuando niños, a muchos de nosotros se nos privo del derecho a experimentar. Muchos de nosotros nos estamos privando del derecho a experimentar y a aprender ya de adultos.
Ahora es el tiempo de experimentar. Es una parte importante de la recuperación. Permítete probar con las cosas. Date permiso de probar cosas nuevas. Sí, cometerás errores, pero de esos errores puedes aprender cuáles son tus valores.
Algunas cosas sencillamente no nos gustarán. Eso está bien. Luego sabremos un poco más acerca de quienes somos y de qué es lo que no nos gusta.
Algunas cosas nos gustarán. Funcionarán con nuestros valores. Funcionarán con lo que somos y descubriremos algo importante y enriquecedor para nuestras vidas.
Hay un tiempo callado dentro de la recuperación, tiempo para quedarnos quietos y curar, tiempo para darnos tiempo de serenarnos. Este es un tiempo de introspección y de curación. Es un tiempo importante. Encaramos nuestros asuntos.
Viene también un tiempo en el que es igualmente importante experimentar, empezar a
“probar el agua”.
Recuperación no significa abstenerse de vivir, por el contrario, Recuperación significa
 
Aprender a vivir y aprender a vivir plenamente.
Exploración, investigación, experimentación.
Haber terminado con las reglas rígidas del pasado, basadas en la vergüenza y formular valores sanos basados en el amor a uno mismo, en el amor a los demás y vivir en armonía con este mundo.
Experimenta. Prueba algo nuevo. Tal vez no te guste. Quizá cometas un error. Pero quizá te guste y tal vez descubras algo que te encante.
“Hoy me daré permiso de experimentar en la vida. Dejaré de frenarme a causa de mi rigidez y brincaré cuando sienta ganas de brincar. Dios mío, ayúdame a dejar ir mi necesidad de privarme a mí mismo del hecho de estar vivo”.

(Melody Beattie,  Libro El Lenguaje del Adiós).

MARZO 29: SATISFACE TUS NECESIDADES.

Imagínate que vas caminando por un prado. Ahí, frente a ti, se abre un sendero. Al ir caminando, sientes hambre. Ve a tu izquierda, ahí hay un árbol frutal listo para la cosecha. Coge lo que necesitas.
Unos pasos después, te das cuenta que tienes sed. A tu derecha hay un manantial de agua fresca.
Cuando te sientes cansado, surge un lugar para descansar. Cuando te sientes solo, aparece un amigo para caminar junto a ti. Cuando te pierdes, aparece un maestro con un mapa.
Al poco tiempo, percibes el flujo: necesidad y provisión; deseo y satisfacción. Quizá, piensas: Alguien me ha dado la necesidad porque
Alguien había planeado satisfacerla. Tal vez tenía que sentir la necesidad para que pudiera darme cuenta de ella y aceptar el regalo.
Quizá cerrar mis ojos al deseo cierra mis abrazos para la satisfacción del mismo.
Demanda y provisión, deseo y satisfacción, un ciclo continuo, a menos que nosotros lo rompamos.Todas las provisiones necesarias ya han sido planeadas y provistas para este viaje.
“Hoy se me proveerá de todo lo que necesito”.

(Melody Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós).

MARZO 28: EQUILIBRIO.

Busca el equilibrio.
Equilibra las emociones con la razón.
Combina el desapego con desempeñar tu parte.
Equilibra el dar con el recibir.
Alterna el trabajo con el juego, el negocio con las actividades personales.
Equilibra el atender a tus necesidades espirituales con el atender a tus otras necesidades.
Combina el cumplimiento de las responsabilidades que tienes para con los demás con el cumplimiento de las responsabilidades que tienes para contigo mismo.
Equilibra el cuidar a los otros con el cuidado a ti mismo.
Cada vez que sea posible, seamos buenos con los demás, pero seamos buenos con nosotros mismos también.
Algunos de nosotros tenemos que recuperar el tiempo perdido.
“Hoy lucharé por lograr el equilibrio”.

(Melody Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós).

MARZO 27: LA RESACA.

“¿Como pude haberlo hecho?¿Como pude haberlo dicho? Aunque eso era lo que quería, aun así me siento avergonzado, culpable y asustado”.
Esta es una reacción común ante conductas de recuperación nuevas, emocionantes. Cualquier cosa que hagamos para adueñarnos de nuestro poder y cuidar de nosotros mismos puede disparar sentimientos de vergüenza, de culpa y de miedo.
No tenemos por que permitir que estos sentimientos nos controlen. Son un contraataque, una resaca. Déjalos desintegrarse.
Cuando empezamos a confrontar y a atacar sentimientos y mensajes, experimentaremos algo de resaca.
La resaca es lo que habíamos permitido que controlara toda nuestra vida, sentimientos de vergüenza y de culpa.
Muchos de nosotros crecimos con mensajes, con base en la vergüenza, que nos decían que no estaba bien cuidar de nosotros mismos, ser honestos, ser directos y adueñarnos de nuestro poder con la gente.
Muchos de nosotros crecimos con mensajes que decían que no estaba bien ser quienes éramos y resolver nuestros problemas en las relaciones con los demás.
Muchos de nosotros crecimos con el mensaje de que lo que queríamos y necesitábamos no estaba bien.
Deja que todo eso se queme hasta desintegrarse. No tenemos por qué tomarnos tan en serio la resaca. No permitamos ya que la resaca nos convenza de que estamos equivocados y de que no tenemos derecho a cuidar de nosotros mismos ni a fijar límites.
¿Realmente tenemos derecho a cuidar de nosotros mismos? ¿Tenemos realmente derecho a fijar límites? ¿Realmente tenemos derecho a ser directos y a decir lo que necesitamos decir?
 Por supuesto que lo tenemos.
“Hoy dejaré que se desintegre la resaca que siento después de practicar una nueva conducta de recuperación. No la tomaré tan en serio. Dios mío, ayúdame a dejar ir mi vergüenza y mis miedos innecesarios acerca de lo que me ocurrirá si realmente empiezo a amarme y a cuidar de mí mismo”.

(Melody Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós).

MARZO 26: REGALOS, NO LASTRES.

Los niños son un regalo. Nuestros hijos, si tenemos hijos, son un regalo para nosotros. Nosotros, cuando niños, fuimos un regalo para nuestros padres.
Tristemente, muchos de nosotros no recibimos el mensaje de nuestros padres de que éramos un regalo para ellos y para el universo. Quizá nuestros padres estaban sufriendo; tal vez nuestros padres querían que nosotros fuéramos sus nanas; quizá llegamos en una época difícil en sus vidas; tal vez ellos tenían sus propios asuntos por resolver y simplemente no fueron capaces de disfrutarnos, de aceptarnos y de apreciarnos como regalos que éramos.
Muchos de nosotros tenemos una creencia profunda, a veces subconsciente, de que éramos, y somos, una carga para el mundo y para la gente que nos rodea. Esta creencia puede bloquear nuestra capacidad para disfrutar la vida y nuestras relaciones con los demás. Esta creencia puede llegar incluso a deteriorar nuestra relación con un Poder Superior: podemos creer que somos una carga para Dios.
Si tenemos esa creencia, ya es tiempo de abandonarla.
 No somos un lastre. Nunca lo fuimos. 
Si recibimos ese mensaje de nuestros padres, ya es tiempo de reconocer que ése es un asunto que ellos deben resolver.
Tenemos derecho a tratarnos a nosotros mismos como a un regalo, para nosotros mismos, para los demás y para el universo.
“Hoy me trataré a mí mismo, y a los hijos que tenga, como si fuéramos un regalo. Dejaré ir todos las creencias que tengo de que soy un lastre, para mi Poder Superior, para mis amigos, para mi familia y para mí mismo”.

(Melody Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós).

MARZO 25: DEJA IR LA PREOCUPACIÓN.

¿Qué tal si… supiéramos que todo aquello por lo que nos hemos preocupado hoy se va a solucionar de la mejor manera?
¿Qué tal si… tuviéramos la garantía de que el problema que nos está molestando será resuelto de la forma más perfecta, y en el momento más adecuado posible? Y lo que es más, ¿ Qué tal… si supiéramos que dentro de tres años estaríamos agradecidos por ese problema y por su solución? ¿ Qué tal si… supiéramos que hasta el peor de nuestros miedos se resolverán para bien nuestro?
¿Qué tal si… tuviéramos la garantía de que todo lo que está ocurriendo y todo lo que ha ocurrido en nuestra vida ha tenido que pasar, ha sido planeado para cada uno de nosotros y es lo que más nos conviene?
¿Qué tal si… tuviéramos la garantía de que la gente que amamos está experimentando exactamente lo que necesita para convertirse en aquello que estaba destinada a convertirse? Y aún más, ¿qué tal si tuviéramos la garantía de que los otros pueden ser responsables de ellos mismos y nosotros no tenemos que controlarnos ni asumir sus responsabilidades?
¿Qué tal si… supiéramos que el futuro va a ser bueno y que vamos a tener abundancia de recursos y de guía para manejar lo que se nos venga?
¿Qué tal si… supiéramos que todo va a estar bien y que no tenemos que preocuparnos por nada? ¿Qué haríamos entonces?
Estaríamos libres para dejar ir la preocupación y disfrutar de la vida.
“Hoy sabré que no tengo que preocuparme por nada. Si me preocupo, lo haré en el entendimiento de que estoy eligiendo preocuparme, y que esto no es necesario”.

(Melody Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós).

MARZO 24: APRECIÉMONOS A NOSOTROS MISMOS.

Nosotros somos lo más grande que alguna vez pueda sucedernos. Créelo. Esto hace la vida mucho más fácil. (Ya no seas codependiente).
Ya es tiempo de parar esa tontería de andar por ahí criticándonos a nosotros mismos. Quizá hayamos caminado la mayor parte de nuestra vida pidiendo disculpas directa o indirectamente, sintiéndonos menos valiosos que los otros, creyendo que ellos saben más que nosotros y creyendo que de alguna manera los otros tienen derecho a estar aquí y nosotros no. Tenemos derecho a estar aquí. Tenemos derecho a ser nosotros mismos.
Estamos aquí. Hay un propósito, una razón, una intención para nuestra vida. No tenemos por qué disculparnos por estar aquí o por ser lo que somos. Somos suficientemente buenos y merecedores. Los otros no tienen nuestra magia. Nosotros la tenemos. Está en nuestro interior.
No importa lo que hayamos hecho en el pasado. Todos tenemos un pasado, entretejido de errores, éxitos y experiencias de aprendizaje. Tenemos derecho a nuestro pasado. Es nuestro. Ha trabajado para moldearnos y para formarnos. A medida que progresemos en este viaje, veremos cómo cada una de nuestras experiencias se volteará y será usada para nuestro bien.
Ya hemos pasado demasiado tiempo sintiéndonos avergonzados, disculpándonos y dudando de nuestra belleza interior. Hay que acabar con eso. Dejarlo ir. Es un lastre innecesario. Los otros tienen derecho, pero nosotros también. No somos ni mas ni menos que ellos. Somos iguales. Somos quienes somos. Para eso fuimos creados, y eso era lo que debíamos ser.
Eso, mi amigo, es un regalo maravilloso.
“Dios mio, ayúdame a adueñarme de mi poder para amarme y apreciarme a mi mismo. Ayúdame a valorarme en vez de buscar que los otros lo hagan”.

(Melody Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós).

MARZO 23: LAS REACCIONES DE LOS DEMÁS CUANDO FIJAMOS LÍMITES.

Necesitamos saber que tan lejos iremos, y que tan lejos le permitiremos ir a los demás con nosotros. Una vez que entendamos esto, podremos ir dondequiera. (Mas allá de la Codependencia)
Cuando nos adueñamos de nuestro poder para cuidarnos nosotros mismos- fijar un limite, decir “no”, cambiar un antiguo patrón de conducta- podremos obtener una reacción airada por parte de algunas personas. Eso está bien. No tenemos por qué dejar que sus reacciones nos controlen, nos detengan o influyan sobre nuestra decisión de cuidar de nosotros mismos.
No tenemos por qué controlar sus reacciones ante nuestro proceso de autocuidado. Esa no es nuestra responsabilidad. Tampoco tenemos por qué esperar que ellos no reaccionen. La gente reaccionará cuando hagamos las cosas de distinta manera o cuando tomamos una acción asertiva para cuidar de nosotros mismos, particularmente si nuestra decisión les afecta de alguna manera. Déjalos que sientan lo que quieran. Pero sigue tu camino, de todos modos.
Si la gente está acostumbrada a que nos comportemos de cierta forma, intentará convencernos de seguir siendo así para evitar que el sistema cambie. Si la gente está acostumbrada a que nosotros digamos
 “si” todo el tiempo, puede empezar a murmurar y a refunfuñar cuando digamos “no”. Si la gente está acostumbrada a que nosotros asumamos sus responsabilidades, sentimientos y problemas, podrían reaccionar airadamente cuando dejemos de hacerlo. Eso es normal. Podemos aprender a vivir con un poco de reacciones adversas en nombre de nuestra salud mental. No con abuso, acuérdate, con reacciones adversas.
Si la gente está acostumbrada a controlarnos a través de la culpa, de la bravata y de fastidiar, puede intensificar sus esfuerzos cuando cambiamos y nos rehusamos a que nos controlen. Eso está bien. Eso también es una reacción airada.
No tenemos por qué dejar que las reacciones adversas nos hagan volver a los viejos procederes si hemos decidido que queremos y necesitamos cambiar. No tenemos por qué reaccionar a las reacciones airadas ni prestarles demasiada atención. No la merecen. Irán muriendo solas.
“Hoy no haré caso a ninguna reacción adversa que reciba por estar cambiando mi comportamiento o por estar haciendo otros esfuerzos por ser yo mismo”.

(Melody Beattie,  Libro El Lenguaje del Adiós).

MARZO 22: DEJA EL PAPEL DE VÍCTIMA.

Está bien tener un buen día. Realmente está bien. Está bien que te esté yendo bien y que sientas que tu vida es gobernable y que vas por buen camino. Muchos de nosotros hemos aprendido, como parte de nuestra conducta de supervivencia, que la manera de obtener la atención y la aprobación que queremos es siendo víctimas. Si la vida es espantosa, difícil, ingobernable, demasiado dura, injusta, entonces, pensamos, los otros nos aceptarán, les agradaremos, nos aprobarán. Podemos haber aprendido esto por haber vivido y habernos relacionado con gente que también aprendió a sobrevivir siendo víctima.
Nosotros no somos víctimas. No necesitamos ser victimados. No necesitamos estar desvalidos y fuera de control para obtener la atención y el amor que anhelamos. De hecho, el tipo de amor que buscamos no se puede obtener de otra manera.
Podemos conseguir el amor que realmente queremos y necesitamos sólo cuando nos adueñamos de nuestro poder. Aprendemos que podemos pararnos sobre nuestros pies, aunque a veces nos sintamos bien al apoyarnos un poquito.
Aprendemos que la gente en quien nos estamos apoyando no nos está deteniendo. Está parada junto a nosotros. Todos tenemos días malos, días en que las cosas no van como nos gustaría, días en que sentimos tristeza y miedo. Pero podemos lidiar con nuestros días malos y con nuestros sentimientos más oscuros de manera que reflejan responsabilidad por uno mismo más que victimización. También está bien tener días buenos. Quizá no tengamos tanto de qué hablar, pero tendremos más qué disfrutar.
“Dios mío, ayúdame a dejar ir mi necesidad de ser la victima. Ayúdame a dejar ir mi creencia de que para ser amado y captar la atención necesito ser una victima. Rodeame de gente que me ame cuando me adueñe de mi poder.Ayúdame a empezar tener días buenos y a disfrutarlos”.

(Melody Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós).

MARZO 21: CONSIDEREMOS LOS COMPROMISOS.

Presta atención a tus compromisos.
Aunque muchos de nosotros le tememos al compromiso, es bueno sopesar el costo de cualquier compromiso que estemos considerando. Necesitamos sentirnos permanentemente de acuerdo en que ese compromiso sea adecuado para nosotros.
Muchos de nosotros tenemos una historia de brincar
– de echarnos de cabeza- a compromisos sin sopesar el costo y las posibles consecuencias de ese compromiso en particular. Cuando nos lo echamos encima, nos damos cuenta que en realidad no queremos ese compromiso y nos sentimos atrapados.
A algunos de nosotros nos puede llegar a asustar perder una oportunidad en particular si no nos comprometemos. Es cierto que perderemos determinadas oportunidades si no estamos dispuestos a comprometernos. Pero seguimos sintiendo la necesidad de sopesar el compromiso. Seguimos teniendo necesidad de tener bien claro si ese compromiso nos parece adecuado para nosotros. Si no lo es, necesitamos ser honestos con nosotros mismos y con los demás.
Se paciente. Escudríña en tu alma. Espera hasta tener una clara respuesta. No necesitamos echarnos encima compromisos en un estado de urgencia o de pánico, sino con la callada confianza de que aquello a lo que nos estamos comprometiendo es adecuado para nosotros.
Si algo en nuestro interior dice “no”, encuentra valor para confiar en esa voz.
Esta no es nuestra última oportunidad. No es la única oportunidad que vamos a tener. Que no te entre el pánico. No tenemos que comprometernos a lo que no nos parezca bien, aunque tratemos de decirnos a nosotros mismos que debería estar bien y que deberíamos comprometernos a ello.
Con frecuencia, en cuanto los compromisos, podemos confiar más en nuestra intuición que en nuestro intelecto.
En la emoción de establecer un compromiso y un comienzo podemos pasar por alto las realidades de en medio. Eso es lo que necesitamos considerar.
No tenemos por qué comprometernos por una sensación de urgencia, por impulsividad o por miedo. Tenemos derecho a preguntar,
 ¿será esto bueno para mi? Tenemos derecho a preguntar si ese compromiso nos parece bien.
“Hoy, Dios mío, guíame al establecer compromisos. Ayúdame a decir “si” a lo que más me conviene y “no” a lo que no. Lo consideraré seriamente antes de comprometerme con cualquier actividad o persona. Me tomaré tiempo para considerar si ese compromiso es realmente lo que quiero”.

(Melody Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós).

MARZO 20: LIBERAR

Deja que se vayan los miedos. Deja ir también cualquier creencia negativa, limitante, autodestructiva que esté enterrada en tu subconsciente. Estas creencias pueden ser acerca de la vida, del amor o de ti mismo. Las creencias crean la realidad. Déjalos ir. Por profundos que estén enterrados tus miedos, resentimientos y creencias negativas, déjalos ir todos. Deja que aflore la creencia o el sentimiento. Acéptalos; ríndete ante ellos. Siente la incomodidad o el desasosiego. Luego, déjalos ir. Deja que las nuevas creencias reemplacen a las viejas. Deja que la paz y la alegría reemplacen el miedo. Date a ti mismo y a tu cuerpo permiso de dejar ir los miedos, resentimientos y creencias negativas. Libera todo aquello que ya no te resulta útil. Confía en que estás siendo curado y preparado para recibir lo bueno.
“Hoy, Dios mío, ayúdame a disponerme a dejar ir los viejos sentimientos y creencias que me puedan estar lastimando. Suavemente apártalos de mí y reemplázalos con creencias y sentimientos nuevos. Me merezco lo mejor que la vida y el amor pueden ofrecer. Ayúdame a creerlo”.

(Melody Beattie,  Libro El Lenguaje del Adiós).

MARZO 19: QUÍTATE DE EN MEDIO

“No quisiera estar en el medio, pero…” es señal de que nos hemos puesto justo en medio en una situación.
No tenemos por qué vernos en medio de los asuntos, problemas o comunicación de otras personas. Podemos dejar que los demás asuman su responsabilidad hacia sí mismos en sus relaciones. Podemos dejar que resuelvan solos los asuntos entre sí.
Ser un pacificador no significa que nos pongamos en medio. Somos portadores de paz, permaneciendo en paz con nosotros mismos y no armando alborotos. Somos pacificadores cuando no causamos el caos adicional que se crea al ponernos en medio de los asuntos y las relaciones de otras personas. No te pongas en medio a menos que quieras estar ahí.
“Hoy me negaré a aceptar cualquier invitación a ponerme en medio de los asuntos, circunstancias y relaciones de otras personas. Confiaré en que ellas solucionarán sus propios asuntos, incluyendo las ideas y sentimientos que quieran comunicarse entre sí”.

(Melody Beattie,  Libro El Lenguaje del Adiós).

MARZO 18: SEGURIDAD.

Uno de los efectos a largo plazo de haber vivido en el seno de una familia disfuncional-de niños o de adultos- es que no nos sentimos seguros.
Mucho de lo que llamamos codependencia ocurre porque no nos sentimos seguros en nuestras relaciones. Esto puede hacer que controlemos a otra persona, nos obsesionamos con ella, o nos concentraremos en la otra persona, al tiempo que nos descuidamos a nosotros mismos o o nos cerramos a nuestros sentimientos.
Podemos aprender a sentirnos seguros y cómodos como parte de una actitud amorosa, cuidadosa, hacia nosotros mismos
Con frecuencia empezamos a sentir una sensación de seguridad y comodidad cuando nos decidimos a asistir a las reuniones de los grupos de Doce Pasos o de grupos de apoyo. Estar con un amigo o amiga, o hacer algo bueno por nosotros mismos nos ayuda a sentirnos amados y protegidos. A veces, buscar a otra persona nos ayuda a sentirnos seguros. La plegaria y la meditación nos ayuda a afirmar que nuestro Poder Superior cuida de nosotros.
Ahora estamos a salvo. Podemos relajarnos. Quizá otros no hayan estado ahí para apoyarnos de una manera consistente, que valga la pena, pero estamos aprendiendo a apoyarnos a nosotros mismos.
“Hoy me concentraré en hacerme sentir a mí mismo seguro y cómodo”.

(Melody Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós).

MARZO 17: DAR PODER.

Tú puedes pensar. Tú puedes sentir. Tú puedes resolver tus problemas. Tú te puedes cuidar solo. Estas palabras con frecuencia me han beneficiado más que el consejo más elaborado y profundo.
Que fácil es caer en la trampa de dudar de nosotros mismos y de los demás.
Cuando alguien nos cuenta un problema,
 ¿cuál es nuestra reacción?, ¿creemos que necesitamos resolvérselo a esa persona? ¿creemos que el futuro de esa persona se basa en nuestra habilidad para aconsejarla?
Eso es pararse sobre arenas movedizas, que no es de lo que está hecha la recuperación.
Cuando alguien está luchando con un sentimiento, o una ciénaga de sentimientos,
 ¿cuál es nuestra reacción?, ¿qué la persona nunca sobrevivirá a esa experiencia? ¿qué no está bien que alguien sienta?, ¿qué esa persona no saldrá de esto intacta?
Cuando una persona se enfrenta a la tarea de asumir la responsabilidad de su vida, y sus conductas,
 ¿cuál es nuestra respuesta?, ¿qué la persona no puede hacerlo?, ¿qué debo hacerlo yo mismo para salvarla y que no se desvanezca en cenizas?, ¿qué no se desmorone?, ¿qué no fracase? ¿Cuál es nuestra reacción hacia nosotros mismos cuando encontramos un problema, un sentimiento, o cuando enfrentamos el trabajo de asumir la responsabilidad de nosotros mismos? ¿Creemos en nosotros mismos y en los demás? ¿Le concedemos poder a la gente- incluyéndonos a nosotros mismos- y a sus capacidades? ¿o le damos poder al problema, al sentimiento o a la irresponsabilidad?
Podemos aprender a observarnos a nosotros mismos. Podemos aprender a pensar y a considerar nuestra respuesta antes de responder.
 “Siento mucho que estés teniendo ese problema. Sé que puedes dar con una solución. Parece que tienes por ahí algunos sentimientos. Sé que los sabrás manejar y estarás del otro lado”.
Cada uno de nosotros es responsable de si mismo. Eso no significa que los demás no nos importen. No significa que de una manera fría, calculada, le retiremos nuestro apoyo a los otros. Significa que aprendemos a amarnos y a apoyarnos a nosotros mismos de maneras que sí funcionan. Significa ponernos en contacto con amigos que nos aman y nos apoyan de maneras que si funcionan.
“Hoy me esforzaré por dar y recibir apoyo que sea puro y conceda poder. Trabajaré por creer en mí mismo y en los demás, y en nuestra mutua capacidad para ser competentes al lidiar con sentimientos, al solucionar problemas y al asumir la responsabilidad de nosotros mismos”.

(Melody Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós).

MARZO 16: ENERGÍA POSITIVA

Es fácil observar a nuestro alrededor y darnos cuenta de lo que esta mal.Observar que esta bien se lleva su practica.
Muchos de nosotros hemos vivido rodeados de negatividad durante años. Nos hemos vuelto expertos en señalar que esta mal en los demás, en nuestra vida, en nuestro trabajo, en nuestro día, en nuestras relaciones, con nosotros mismos, con nuestras conductas, con nuestra recuperación.
Queremos ser realistas y nuestra meta es identificar la realidad y aceptarla. Sin embargo, a menudo no es nuestra intención practicar la negatividad. El propósito de la negatividad suele ser la aniquilación.
El pensamiento negativo acrecienta el problema. Nos aleja de la armonía. La energía negativa sabotea y destruye. Tiene una poderosa vida propia. Y también la tiene la energía positiva.
Cada día, podemos preguntarnos qué está bien, qué es bueno, acerca de otras personas, de nuestra vida, de nuestro trabajo, de nuestro día, de nuestras relaciones, de nosotros mismos, de nuestra conducta, de nuestra recuperación.
La energía positiva cura, es conducto del amor y transforma. Escoge la energía positiva.
“Hoy, Dios mío, ayúdame a dejar ir la negatividad. Transforma mis creencias y mi pensamiento, desde su núcleo, de negativo a positivo. Ponme en armonía con el bien”.

(Melody Beattie,  Libro El Lenguaje del Adiós).

MARZO 15: QUITA A LA VICTIMA.

“¿Es que los demás no ven cuánto estoy sufriendo?” “¿Es que no ven que necesito ayuda?” “¿Es que no les importa?”
La cosa no es que los otros vean o les importe. La cosa es que nosotros nos veamos y nos preocupemos por nosotros mismos. A menudo, cuando señalamos con el dedo a los demás, esperando que tengan compasión de nosotros, es porque no hemos aceptado completamente nuestro dolor. No hemos alcanzado ese punto de preocuparnos de nosotros mismos. Estamos esperando que otro tome conciencia de algo que nosotros aún no hemos tomado.
Nuestro trabajo consiste en tener compasión de nosotros mismos. Cuando la tengamos, habremos dado el primer paso para dejar de ser víctimas. Estamos en el camino hacia la autoresponsabilidad, el cuidado de nosotros mismos y del cambio.
“Hoy no esperaré a que otros me vean y les importe; yo asumiré la responsabilidad de estar consciente de mí dolor y mis problemas, y de preocuparme por mi mismo”.
(Melody Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós).

REFLEXIÓN DEL DIA: ¿QUE ES EL DESAPEGO?

No significa que dejaré de cuidar. Significa que no lo puedo hacer por el otro.
No significa que debo alejarme de otra persona. Significa que no puedo controlar otra persona.
Es admitir que no tenemos poder, lo que significa que los resultados no están en nuestras manos.
Significa que no debo tratar de cambiar o culpar a otro, sino hacer lo mejor por mi misma.
Significa que no trataré de arreglar la vida de otro, sino que apoyaré todo cambio positivo.
Significa que no protegeré, permitiré que el otro enfrente la realidad.
Significa que no cantaletearé o discutiré, buscaré mis debilidades y trataré de corregirlas.
Significa que no criticaré al otro, trataré en convertirme en lo que he soñado ser.
Es no recriminar el pasado, sino crecer y vivir para el futuro.
Significa que no molestaré a otros con las expectativas que tengo de ellos, los aceptaré por lo que son.
Significa que no me colocaré en el medio, tratando de corregir lo que va a pasar, permitiré que otros afecten su propio destino.
Significa que no trataré de ajustar el mundo a mis deseos, aceptaré cada día como venga.
No es negar, sino aceptar.
Es amar más y temer menos.

(Melody Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós)

• MARZO 14: CONFIEMOS EN NOSOTROS MISMOS.

La confianza puede ser uno de los conceptos más confusos en la recuperación. ¿En quién confiamos? ¿Para qué?
El aspecto más importante que afrontamos acerca de la confianza es aprender a confiar en nosotros mismos. Lo más dañino que nos ha ocurrido es que llegamos a creer que no podíamos confiar en nosotros mismos.
Habrá algunos que nos digan que no podemos confiar en nosotros mismos, que estamos fuera de base y fuera de onda.
Hay algunos que se podrían beneficiar de que nosotros no confiáramos en nosotros mismos.
El miedo y la duda son nuestros enemigos. El pánico es nuestro enemigo. La confusión es nuestra oponente.
La confianza en uno mismo es un regalo de curación que nos podemos dar a nosotros mismos.
 ¿Cómo la adquirimos?
La aprendemos.
 ¿Qué hacemos acerca de nuestros errores, acerca de esas veces en que pensamos que podríamos confiar en nosotros mismos pero que estábamos equivocados? Las aceptamos y de todos modos, confiamos en nosotros mismos.
Nosotros sabemos lo que mejor nos conviene. Sabemos lo que es mejor para nosotros. Si estamos equivocados, si necesitamos cambiar de opinión, se nos guiará hacia ello, pero únicamente confiado desde donde nos encontramos hoy.
Podemos buscar apoyo y refuerzo en otros, pero confiar en nosotros mismos es esencial. No confíes en el miedo. No confíes en el pánico. Podemos confiar en nosotros mismos, defender nuestra propia verdad , pararnos en nuestra propia luz. Ahora la tenemos. Tenemos toda la luz que necesitamos para el día de hoy. Y la luz de mañana se nos dará entonces.
Confiemos en nosotros mismos y sabremos en quién confiar. Confiemos en nosotros mismos y sabremos qué hacer.
Cuando sintamos que no podemos confiar en nosotros mismos en forma absoluta, confiemos en que Dios nos guiará hacia la verdad.
“Dios mío, ayúdame a dejar ir el miedo, la duda y la confusión, los enemigos de la confianza en uno mismo. Ayúdame a seguir adelante en paz y confiado. Ayúdame a crecer en confianza en mí mismo y en Ti, un día a la vez, una experiencia a la vez”.

(Melody Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós).

MARZO 13: CLARIDAD Y DIRECCIÓN.

A pesar de nuestros mejores esfuerzos por trabajar nuestros programas y apoyarnos en la guía de Dios, a veces no comprendemos lo que está pasando en nuestra vida. Confiamos, esperamos, oramos, escuchamos a la gente, nos escuchamos a nosotros mismos y, aún así, la respuesta no llega.
Durante esos tiempos, necesitamos entender que estamos justamente donde necesitamos estar, aunque ese sitio nos parezca difícil e incómodo.
 Nuestra vida tiene un propósito y una dirección.
Se nos está cambiando, curando y transformando a un nivel más profundo del que imaginamos. Se nos esta preparando y enviando cosas buenas, mas allá de lo que seamos capaces de imaginar. Se nos esta conduciendo y guiando.
Podemos sentirnos en paz. No tenemos que actuar con prisa o con urgencia solo para aliviar nuestra incomodidad, solo para obtener una respuesta. Podemos esperar hasta que nuestra mente este en paz. Podemos esperar a tener una clara dirección.
 La claridad vendrá.
Vendrá la respuesta y esta sera buena para nosotros y para quienes nos rodean.
“Hoy, Dios mio, ayúdame a saber que estoy siendo guiado hacia lo bueno que tiene la vida, especialmente cuando me siento confundido y sin dirección. Ayúdame a confiar lo suficiente para esperar hasta que mi mente y mi visión estén claras y sean consistentes. Ayúdame a saber que vendrá la claridad”.

(Melody Beattie,  El Lenguaje del Adiós).

MARZO 12: EL MOMENTO PRECISO.

Si pudiéramos desenmarañar los misterios de la vida y desenredar las energías que corren por el mundo; si pudiéramos evaluar correctamente el significado de los eventos que ocurren; si pudiéramos medir los esfuerzos, los dilemas y las aspiraciones de la humanidad, podríamos descubrir que nada se da a destiempo. Todo llega en su momento preciso. (Joseph S. Rizzo).
El momento en que ocurren las cosas puede ser frustrante. Podemos esperar y esperar a que suceda algo, y parece que nunca llegará a ocurrir. O, de repente, se nos viene encima un evento o circunstancia, pillándonos por sorpresa. Creer que las cosas suceden demasiado lento o demasiado rápido es un ilusión.
 ¡Todo ocurre en el momento perfecto!
“Hoy confiaré en el Orden Divino y trabajaré en él . Aceptaré como perfecto el momento preciso en que ocurren las cosas en mi vida hoy, así como las que sucedieron en el pasado”.

(Melody Beattie,Libro El Lenguaje del Adiós).