Proverbio Sánscrito.

Cuidad este día,
Porque es vida,
La verdadera vida de la vida
En su breve curso se hallan todas
Las realidades y verdades de la existencia
La bienaventuranza de la perfección,
El esplendor de la acción,
La gloria de la fortaleza
Porque el ayer no es sino un sueño,
Y el mañana tan solo una visión,
Pero el hoy, bien vivido,
Hace de cada ayer un sueño de felicidad,
Y de cada mañana una visión de esperanza.
Cuidad bien, por tanto, este día.

                                          

DICIEMBRE 31: Hoy, cuando piense en el año que viene, me concentraré en lo bueno que está por venir”.

Lo divertido se vuelve divertido, el amor se convierte en amor, la vida se convierte en una vida que vale la pena vivir. Y nosotros nos sentimos agradecidos. (Más allá de la codependencia).
Espérate, y espera cosas buenas, para ti mismo y para tus seres queridos.
Cuando te preguntes qué vendrá, di a ti mismo que falta por venir lo bueno, lo mejor que pueden ofrecer la vida y el amor, lo mejor que Dios y Su universo tienen para enviarnos. Luego abre tus manos y recíbelo. Reclámalo, es tuyo.
Ve en tu mente lo mejor; imagina cómo se verá, cómo se sentirá.
Concéntrate hasta que puedas verlo claramente.
Deja que todo tu ser, cuerpo y alma, entren y permanezcan dentro de la imagen un momento.
Luego, déjala ir. Regresa al día de hoy, al momento presente. No te obsesiones. No te pongas temeroso. Emociónate. Vive plenamente el día de hoy, expresando gratitud por todo lo que has sido, por todo lo que eres y por todo en lo que te convertirás.
Espérate, y espera cosas buenas.
“Hoy, cuando piense en el año que viene, me concentraré en lo bueno que está por venir”.

(Melody Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós).

DICIEMBRE 30: Hoy me someteré al echar los cimientos –las bases- de mi vida.

Se han echado los cimientos.
¿No lo ves?
¿No entiendes que todo lo que has pasado ha tenido un propósito?

Había una razón, una buena razón, para la espera, la lucha, el dolor y finalmente la liberación.
Se te ha preparado. De la misma manera como el constructor debe derribar y escarbar lo viejo para construir lo nuevo, tu Poder Superior ha estado limpiando los cimientos de tu vida.
¿Alguna vez has observado a un constructor en una construcción? Cuando comienza su trabajo, se ve peor que antes de que empezara. Lo que está viejo y deteriorado se debe retirar. Lo que es insuficiente o demasiado débil para soportar la nueva estructura se debe retirar, remplazar o reforzar. Ningún constructor a quien le importe su trabajo pondría una nueva superficie sobre un sistema de apoyo insuficiente. Los cimientos se desplomarían. La construcción no duraría.
Si el producto terminado va a ser como se desea, se tiene que llevar a cabo un exhaustivo trabajo de los cimientos hacia arriba. A medida que progresa la obra, a menudo parece un cataclismo. Con frecuencia no parece tener sentido. Podría parecer una pérdida de tiempo y de esfuerzo, porque aún no podemos ver el producto terminado. Pero es muy importante que los cimientos se echen como debe ser si es que el trabajo divertido, los toques finales, van a ser como queremos que sean.
Esta época larga, difícil de tu vida ha sido para echar los cimientos. No carecía de propósito, aunque a veces el propósito no haya sido evidente o aparente.
Ahora se han echado ya los cimientos. La estructura es solida.
Ahora es tiempo ya de los toques finales, de la terminación.
Es tiempo de poner los muebles dentro y de disfrutar los frutos de la labor.
Felicidades. Has tenido la paciencia para soportar las partes duras. Has confiado, te has sometido y le has permitido a tu Poder Superior y al Universo que te curen y te preparen.
Ahora disfrutaras de lo bueno que ha sido planeado.
Ahora veras el propósito.
Ahora todo se conjuntara y tendrá sentido.
¡Disfrútalo!
“Hoy me someteré al echar los cimientos –las bases- de mi vida. Si es tiempo de disfrutar la colocación de los toques finales, me someteré a ello y disfrutaré eso también. Me acordaré de estarle agradecido a un Poder Superior que es un Maestro Constructor y únicamente tiene en mente mis mejores intereses, creando y construyendo mi vida. Estaré agradecido por el cuidado y la atención a los detalles de mi Poder Superior al echar los cimientos, aunque me ponga impaciente a veces. Miraré con reverencia la belleza del producto terminado de Dios”.
(Melody Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós).


DICIEMBRE 29: Hoy aceptaré el lugar donde me encuentro en mis relaciones…

Aprende el arte de la aceptación. Causa muchísima pena. (Ya no seas codependiente).
A veces, como parte del cuidar de nosotros mismos, llega el momento de terminar ciertas relaciones. A veces, llega el momento de cambiar los parámetros de una relación en particular.
Esto es cierto en el amor, con las amistades, con la familia y en el trabajo.
Las rupturas y los cambios en las relaciones no son fáciles. Pero a menudo, son necesarios.
A veces nos aferramos a relaciones que están muertas, por miedo a estar solos o por miedo a posponer el inevitable proceso de pena que acompaña a las rupturas. A veces necesitamos aferrarnos por tiempo, para prepararnos, para ponernos suficientemente fuertes y listos para manejar el cambio.
Si eso es lo que estamos haciendo, podemos ser suaves con nosotros mismos. Es mejor esperar hasta el momento en que actuar nos parezca solido, claro y consistente.
Sabremos cuando hacerlo. Lo
 sabremos . Podemos confiar en nosotros mismos.
Saber que una relación está cambiando o que está a punto de terminar es una situación incomoda, especialmente cuando aún no es tiempo de actuar pero sabemos que se acerca el momento. Puede ser embarazoso e incómodo, a medida que se cierra la lección. Podemos volvernos impacientes por cerrarla, pero aún no nos sentimos con fuerza para hacerlo. Eso está bien. El momento todavía no es el correcto. Algo importante aún está sucediendo. Cuando sea el momento preciso,
podemos confiar en que ocurrirá. Recibiremos la fuerza y la capacidad para hacer lo que necesitamos hacer.
Terminar relaciones o cambiar los limites de una relación en particular no es fácil. Requiere valor y fe. Requiere de una disposición de parte nuestra para cuidar de nosotros mismos, a veces para quedarnos solos una temporada.
Deja ir el miedo. Entiende que el cambio es una parte importante de la recuperación. Amate lo suficiente para que hagas lo que necesites hacer para cuidar de ti mismo, y encuentra la suficiente confianza para creer que volverás a amar de nuevo.
Nunca estamos volviendo a empezar. En la recuperación estamos yendo hacia delante en una progresión de lecciones perfectamente planeada. Nos encontramos con cierta gente
 –en el amor, en la familia, con los amigos, en el trabajo- cuando necesitamos estar con ella. Cuando hayamos dominado la lección, seguiremos adelante. Nos encontraremos en un nuevo lugar, aprendiendo nuevas lecciones, con gente nueva.
No, las lecciones no son dolorosas. Llegaremos a ese lugar donde podremos aprender, no a partir del dolor, sino de la alegría y el amor.
Nuestras necesidades serán satisfechas.
“Hoy aceptaré el lugar donde me encuentro en mis relaciones, aunque ese lugar sea difícil e incómodo. Si estoy en medio de una ruptura, la enfrentaré y aceptaré mi pena. Dios mío, ayúdame a confiar en que el sendero en que me encuentro ha sido perfecta y amorosamente planeado para mí. Ayúdame a creer que mis relaciones me están enseñando lecciones importantes. Ayúdame a aceptar y a tener gratitud por las relaciones a medias, por las que terminan y por los nuevos comienzos”.

(Melody Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós).

DICIEMBRE 28: Hoy trataré el pánico como un asunto aparte que necesita atención inmediata.

¡Qué no te entre el pánico!
Si nos ataca el pánico, no tenemos por qué permitirle que controle nuestras conductas. Las conductas controladas por el pánico tienden a ser autodestructivas. No importa cuál sea la situación o circunstancia, el pánico no suele ser una buena base. No importa cuál sea la situación o circunstancia, por lo general tenemos aunque sea solo un momento para respirar profundamente y restaurar nuestra serenidad y nuestra paz.
No tenemos que hacer más de lo que razonablemente podemos hacer,
 ¡nunca! ¡No tenemos que hacer algo que no sabemos hacer en absoluto o que no podamos aprender a hacer!
Este programa, esta manera sana de vivir que estamos buscando, se construye sobre una base de paz y de callada confianza, en nosotros mismos, en nuestro Poder Superior, en el proceso de recuperación.
Que no te entre pánico. Eso nos aleja del sendero. Relájate. Respira profundamente. Deja que fluya la paz por tu cuerpo y por tu mente. A partir de esta base, tu Fuente te proveerá de los recursos necesarios.
“Hoy trataré el pánico como un asunto aparte que necesita atención inmediata. Me rehusaré a permitir que me motiven pensamientos y sentimientos de pánico. En vez de ello, dejare que la paz y la confianza motiven mi sentimientos, pensamientos y conductas”.
(Melody Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós).


DICIEMBRE 27: Hoy aceptaré el lugar donde estoy y continuaré yendo hacia adelante.

Sé que estás cansado. Sé que te sientes agobiado. Quizá sientas que esta crisis, este problema, esta época difícil durará para siempre.
No será así. Estás casi del otro lado.
No sólo piensas que ha sido duro; ha sido duro. Se te ha probado, se te ha examinado y se te ha vuelto a probar acerca de lo que has aprendido.
Tus creencias y tu fe han sido probadas con fuego. Has creído, luego has dudado, luego has trabajado por creer algo más. Has tenido que tener fe aunque no pudieras ver o imaginar aquello en lo que se te ha pedido creer. Quizá algunos de los que te rodean hayan tratado de convencerte de no creer en lo que tú esperabas poder creer.
Has tenido oposición. No has llegado hasta este sitio con un apoyo total y con alegría. Has tenido que trabajar duro, a pesar de lo que estaba sucediendo a tu alrededor. A veces, lo que te motivaba era la ira; a veces, el miedo.
Las cosas salieron mal, más problemas de los que anticipaste. Te topaste con obstáculos, frustraciones y molestias en el camino. Tú no planeaste que esto fuera de la manera como se desenvolvió. Gran parte de esto ha sido una sorpresa; algo de ello no ha sido para nada lo que tú deseabas.
Sí ha sido bueno. Una parte de ti, la parte más profunda que sabe la verdad, lo ha presentido todo el tiempo, aunque tu cabeza te dijera que las cosas eran una locura, que no había un plan ni un propósito, que Dios se había olvidado de ti.
Han pasado tantas cosas, y cada incidente –el más doloroso, el más perturbador, el más sorprendente-tiene una relación. Estás empezando a verlo y a sentirlo así.
Nunca soñaste que las cosas sucederían de esta manera, ¿no es así? Pero así ocurrieron. Ahora estás aprendiendo el secreto, tenía que ocurrir de esta manera, y esta manera es buena, mejor de lo que tú esperabas.
Tampoco creíste que esto se tardaría tanto, ¿no es cierto? Pero se tardo. Has aprendido la paciencia.
Nunca pensaste que podrías tenerlo, pero ahora, sabrás que lo tienes.
Se te ha conducido. Fueron muchos los momentos en que pensaste que que habías sido olvidado, cuando estabas convencido de haber sido abandonado. Ahora sabes que se te estaba guiando.
Ahora las cosas se están acomodando en su lugar. Estas casi al final de esta fase, de esta parte difícil de la jornada. La lección es casi completa. Tu sabes, la lección contra la que luchaste, te resististe, e insististe que no podrías aprender. Si esa. Ya casi la has dominado.
Se te ha cambiado desde dentro hacia afuera. Se te ha llevado a un nivel diferente, a un nivel superior, a un nivel mejor.
Has estado escalando una montaña. No ha sido fácil, pero escalar montañas nunca es fácil. Ahora estás cerca de la cumbre. Un momento más y la victoria será tuya.
Afloja los hombros. Respira profundo. Sigue adelante con confianza y en paz. Está llegando el momento de que paladees y disfrutes todo aquello por lo que has luchado. Se está acercando ese momento, por fin.
Ya sé que has pensado antes que se estaba acercando el momento, sólo para darte cuenta de que no era así. Pero ahora está llegando la recompensa. Tú lo sabes, también. Puedes sentirlo.
Tu lucha no ha sido en vano. Por cada esfuerzo en este viaje, hay un clímax, una resolución.
La paz, la alegría, abundantes bendiciones y una recompensa son tuyos aquí en la Tierra. Disfrútalas.
Habrá más montañas, pero ahora ya sabes cómo escalarlas. Y has aprendido el secreto de qué hay en la cumbre.
“Hoy aceptaré el lugar donde estoy y continuaré yendo hacia adelante. Si estoy en medio de una experiencia de aprendizaje, me permitiré continuar con la fe de que vendrá el día de la maestría y de la recompensa. Ayúdame, Dios mío, a entender que a pesar de mis mejores esfuerzos para vivir en apacible serenidad, hay épocas en que hay que escalar montañas. Ayúdame a dejar de crear caos y crisis y ayúdame a enfrentar los retos que me harán seguir arriba y adelante”.

(Melody Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós).

DICIEMBRE 26: Hoy dejaré que los juguetes del año pasado sean lo que fueron.

Igual que cuando eramos niños nos quedaban chicos los juguetes y ropa favoritos, a veces ya de adultos nos quedan chicas algunas cosas: gente, empleos, casas. Esto puede causar confusión. Podemos preguntarnos por qué alguien o algo que era tan especial e importante para nosotros el año pasado ya no encaja del mismo modo en nuestra vida hoy. Podemos preguntarnos por qué han cambiado nuestros sentimientos.
Cuando éramos niños, quizá tratamos de que nos quedara una prenda de vestir que era grande para nuestro cuerpo. Ahora, de adultos, podemos atravesar épocas en que tratamos de forzar actitudes que ya hemos rebasado. Quizá necesitemos hacer esto para darnos tiempo y cuenta de la verdad. Lo que funcionaba el año pasado, lo que era tan
importante y tan especial para nosotros en tiempos pasados, no nos funciona ya más porque hemos cambiado. Hemos crecido.
Podemos aceptar esto como una parte válida e importante de la recuperación. Podemos permitirnos pasar por la experimentación y por la pena mientras batallamos por hacer algo que nos quede, tratando de averiguar si de veras ya no nos vale y por qué. Podemos explotar nuestros sentimientos y pensamientos acerca de lo que ha ocurrido.
Después podemos guardar los juguetes del año pasado y hacer espacio para los nuevos.
“Hoy dejaré que los juguetes del año pasado sean lo que fueron: los juguetes del año pasado. Los recordaré con cariño por el papel que desempeñaron en mi vida. Luego, los guardaré y haré espacio para los nuevos”.

(Melody Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós).

DICIEMBRE 25: Dios mio, ayúdame a disfrutar y a apreciar este día de fiesta.

A veces, las festividades navideñas están llenas de la alegría que asociamos a esa época del año. La temporada fluye. Hay magia en el aire.
A veces, las fiestas de Navidad pueden ser difíciles y solitarias.
He aquí algunas ideas que he aprendido a través de la experiencia personal y de la práctica, para ayudarnos a superar las fiestas difíciles:
Lidia con los sentimientos, pero trata de no morar indebidamente con ellos. Pon las festividades en perspectiva:
 un día festivo es un día entre 365. Podemos superar cualquier periodo de veinticuatro horas.
Pasa el día, pero mantente consciente de que puede haber una reacción post-día festivo. A veces, si usamos nuestras conductas de supervivencia para pasar el día, los sentimientos nos embargaran al día siguiente. Manéjalos también. Vuelve al camino lo antes posible.
Encontremos y apreciemos el amor que esté a nuestra disposición, aunque no sea exactamente lo que queramos.
 ¿Hay alguien a quien podamos darle amor y recibir amor de esa persona? ¿Amigos en recuperación? ¿Hay una familia que disfrutaría de compartir este día de fiesta con nosotros? No seas un mártir, ve. Puede haber algunos que apreciarían nuestro ofrecimiento de compartir con ellos nuestro día.
No somos de la minoría si nos encontramos experimentando una festividad poco ideal. Cuán fácil, pero falso, decirnos a nosotros mismos que el resto del mundo está experimentando una festividad perfecta y que sólo nosotros estamos en conflicto.
Nosotros podemos crear nuestro propio programa para este día festivo. Cómprate un regalo. Encuentra a alguien a quien le puedas dar. Dale rienda suelta a tu parte amorosa, cariñosa y entrégate al espíritu de la Navidad.
Tal vez las navidades pasadas no hayan sido maravillosas. Tal vez las de este año tampoco. Pero el año que entra puede ser mejor, y el que sigue mucho mas. Trabaja por lograr una vida mejor, que satisfaga tus necesidades. Antes que pase mucho tiempo, la tendrás.
“Dios mio, ayúdame a disfrutar y a apreciar este día de fiesta. Si mi situación es menos que ideal, ayúdame a tomar lo bueno de ella y a dejar ir el resto”.

(Melody Beattie , Libro El Lenguaje del Adiós).

DICIEMBRE 24: Esta temporada navideña, me daré permiso para cuidarme a mí mismo.

Para algunos, las escenas, los signos y los olores de las navidades les traen un sentimiento de alegría y calidez. Pero mientras otros se sumergen alegremente en la época navideña, algunos de nosotros nos hundimos en el conflicto, en la culpa y en un sentimiento de perdida.
Leemos artículos acerca de como disfrutar las vacaciones, leemos acerca de la depresión de Navidad, pero muchos de nosotros aun no podemos figurarnos como atravesar la temporada navideña. No sabemos como es y como se siente tener una Navidad alegre.
Muchos de nosotros estamos divididos entre lo que
 queremos hacer en las vacaciones navideñas y lo que sentimos que tenemos que hacer. Podemos sentirnos culpables porque no queremos estar con nuestras familias. Podemos experimentar una sensación de perdida porque no tenemos el tipo de familia con la que querríamos estar. Muchos de nosotros, años tras años, entramos al mismo comedor en el mismo día festivo esperando que este año sea diferente. Luego nos marchamos, año tras año, sintiendo que nos han fallado, sintiéndonos decepcionados y confundidos por todo ello.
Muchos de nosotros tenemos viejos recuerdos dolorosos que los días festivos disparan. Muchos de nosotros sentimos un gran alivio cuando terminan los días festivos.
Uno de los más grandes regalos de la recuperación es aprender que no estamos solos. Probablemente hay tantos de nosotros que se sienten en conflicto durante los días festivos como tantos que se sienten en paz. Estamos aprendiendo, por medio de ensayo y error, a cuidar un poco mejor de nosotros cada época navideña.
Nuestra primera tarea de recuperación durante las festividades navideñas, es aceptarnos a nosotros mismos, nuestra situación y nuestros sentimientos acerca de la situación. Aceptamos nuestro sentimiento de culpa, nuestra ira y nuestra sensación de pérdida. Todo está bien.
No hay una manera perfecta o correcta de manejar las festividades. Podemos encontrar nuestra fortaleza haciendo las cosas lo mejor que podamos, un año a la vez.
“Esta temporada navideña, me daré permiso para cuidarme a mí mismo”.
(Melody Beattie , Libro El Lenguaje del Adiós).


DICIEMBRE 23: Hoy trabajaré suavemente con mis recuerdos en esta temporada de fiestas.

Un año, cuando era niña, mi padre se emborrachó y se puso violento en Navidad. Yo acababa de desenvolver un regalo, una loción de crema para las manos, cuando él explotó con la rabia del alcohólico. Nuestra Navidad se interrumpió. Fue terrible. Fue atemorizador para toda la familia. Ahora, treinta y cinco años después, cada vez que huelo crema para las manos, inmediatamente experimento todos los sentimientos que viví entonces: el miedo, la decepción, el dolor de corazón, la impotencia y un deseo instintivo de controlar. (Anónimo).
Hay muchos recuerdos positivos que nos hacen rememorar la Navidad: la nieve, la decoración, los villancicos, los paquetes envueltos, el nacimiento, medias que cuelgan de la chimenea. Estos recuerdos pueden evocar en nosotros sentimientos cálidos de nostalgia de la celebración de la Navidad.
Nuestra mente es como una poderosa computadora. Relaciona la vista, el sonido, el olfato, el tacto y el gusto con sentimientos, pensamientos y recuerdos. Vincula nuestros sentidos, y nosotros recordamos.
A veces, el incidente más inocuo, más pequeño, puede hacer que se disparen recuerdos. No todos nuestros recuerdos son placenteros, especialmente si crecimos en un ambiente alcohólico, disfuncional.
Podemos no comprender por qué súbitamente nos sentimos atemorizados, deprimidos, ansiosos. Podemos no entender qué ha disparado nuestras conductas codependientes para hacer frente a este entorno, la baja autoestima, la necesidad de controlar, la necesidad de descuidarnos a nosotros mismos. Cuando eso suceda, necesitamos entender que algún evento inocuo puede estar disparando memorias que están grabadas profundamente en nuestro interior.
Si hay algo, inclusive algo que no comprendemos, que dispare recuerdos dolorosos, podemos volver a ponernos en el presente cuidando de nosotros mismos:
 reconociendo nuestros sentimientos, desapegándonos, trabajando los Pasos y afirmándonos a nosotros mismos.
Podemos tomar acción para sentirnos bien. Podemos ayudarnos a sentirnos mejor cada Navidad. No importa qué haya ocurrido en el pasado, podemos poner eso en perspectiva y crear hoy unas fiestas más placenteras.
“Hoy trabajaré suavemente con mis recuerdos en esta temporada de fiestas. Aceptaré mis sentimientos aunque los considere distintos a los que están experimentando los demás estas fiestas. Dios mío, ayúdame a curarme, a liberarme y a dejar ir esos recuerdos dolorosos en relación con las vacaciones. Ayúdame a terminar mis asuntos con el pasado para que pueda crear unas vacaciones a mi gusto”.

(Melody Beattie,Libro El Lenguaje del Adiós).

DICIEMBRE 22: Hoy me relajaré y confiaré en que lo bueno que necesito me encontrará.

No te preocupes como vendrá lo bueno que ha sido planeado para ti.
Vendrá.
No te preocupes, ni te obsesiones, ni pienses que tienes que controlarlo, que tienes que salir de cacería a buscarlo, ni te confundas la mente tratando de averiguar cuando y como te encontraran esas cosas buenas.
Te encontrarán.
Sométete cada día a tu Poder Superior. Confía en tu Poder Superior. Luego, quédate en paz. Confía en ti mismo y escuchate. Así es como vendrá a ti lo bueno que quieres.
Tu curación. Tu alegría. Tus relaciones. Tus soluciones. Ese trabajo. Ese cambio que deseas. Esa oportunidad. Vendrá a ti, de manera natural, con facilidad y de una multitud de formas.
Vendrá esa respuesta. Vendrá la dirección. El dinero. La idea. La energía. La creatividad. El camino se te abrirá. Confía en ello, pues ya ha sido planeado.
Preocuparse de cómo vendrá es inútil, un desperdicio y una disipación de energía. Ya está ahora mismo. Está en su lugar.
 ¡Sólo que no puedes verlo!
Serás atraído hacia ello, o ello será atraído hacia ti.
“Hoy me relajaré y confiaré en que lo bueno que necesito me encontrará. Ya sea por mis propios medios, o por medio de los demás, todo lo que quiero y necesito me vendrá cuando sea el momento”.

(Melody Beattie , El Lenguaje del Adiós).

DICIEMBRE 21: Practicaré la aceptación conmigo mismo y con los demás por la forma como cambiamos.

Esfuérzate por tener expectativas equilibradas de los demás.
Esfuérzate por una sana tolerancia.
En el pasado, podremos haber tolerado demasiado o demasiado poco. Podremos haber esperado demasiado o demasiado poco.
Podemos ir de tolerar abuso, maltrato y engaño a rehusarnos a tolerar conductas normales, humanas, imperfectas, por parte de la gente. Aunque es preferible no permanecer demasiado tiempo en ninguno de los dos extremos, así es como cambia la gente, gente de verdad que lucha imperfectamente por tener mejores vidas, mejores relaciones y conductas de relación más efectivas.
Pero si estamos abiertos a nosotros mismos y al proceso de recuperación,en algún momento empezaremos otra transición:
 llega el tiempo de apartarnos de los extremos, hacia el equilibrio.
Podemos confiar en que nosotros mismos y el proceso de recuperación nos traerán al equilibrio en la tolerancia, en el dar, en comprensión y en las expectativas que tenemos, acerca de nosotros mismos y de los demás.
“Hoy, practicaré la aceptación conmigo mismo y con los demás por la forma como cambiamos. Si tuviera que ir al otro extremo de una conducta, lo aceptaría como apropiado, durante un tiempo. Pero haré que mi meta sea de una tolerancia y unas expectativas equilibradas en cuanto a mi mismo y a los demás”.

(Melody Beattie , Libro El Lenguaje del Adiós).

DICIEMBRE 20: Hoy me esforzaré por tener expectativas razonables en cuanto a satisfacer mis necesidades en las relaciones

Nuestra labor es identificar nuestras necesidades, y luego determinar una manera equilibrada de satisfacerlas. En último término, esperamos que nuestro Poder Superior y el universo –y no una persona en particular- sean nuestra fuente.
Es irracional esperar que alguien sea capaz o esté dispuesto a satisfacer todas nuestras peticiones. Somos responsables de pedir lo que queremos y necesitamos. La responsabilidad de la otra persona es escoger libremente si va a responder o no a nuestra petición. Si tratamos de presionar o de obligar a otro a que nos apoye, eso es
controlar.
Hay una diferencia entre pedir y exigir. Queremos que el amor se nos dé libremente.
Es irracional y enfermizo esperar que una sola persona sea la fuente de satisfacción de todas nuestras necesidades. En último término, nos enojaremos y nos mostraremos resentidos, quizá incluso castigadores, con esa persona por no habernos apoyado como nosotros esperábamos.
Es razonable tener expectativas ciertas y bien definidas de nuestro cónyuge, hijos y amigos.
Si una persona no puede o no quiere ayudarnos, entonces necesitamos asumir la responsabilidad hacia nosotros mismos en esa relación.
Quizá necesitemos fijar un límite, cambiar nuestras expectativas o modificar los límites de la relación para acomodarnos a la inaccesibilidad de esa persona. Esto lo hacemos por nosotros mismos.
Es razonable comunicar nuestros deseos y necesidades y ser realistas acerca de cuánto le pedimos a una persona en particular o cuánto esperamos de ella. Podemos confiar en que sabremos qué es razonable.
El asunto de las expectativas consiste en saber que somos responsables de identificar nuestras necesidades, de creer que merecen ser satisfechas y descubrir una manera apropiada, satisfactoria de hacer eso en nuestra vida.
“Hoy me esforzaré por tener expectativas razonables en cuanto a satisfacer mis necesidades en las relaciones”.

(Melody Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós).

DICIEMBRE 19: Hoy brillare a través de mi tarea en el trabajo.

Qué fácil es encajonarse en un rol en el trabajo. Qué fácil es asignarle roles a otra gente. A veces, esto es necesario, apropiado y conveniente.
Pero también podemos dejar que brille nuestro ser a través de ese rol.
Hay alegría en el hecho de dar en el trabajo nuestro don o destrezas, en aplicarnos con tanto ahínco a la tarea, que
experimentemos un íntima relación con nuestro trabajo. Hay alegría cuando podemos crear o terminar una tarea y podemos decir: “¡Bien hecho!”.
También hay alegría cuando podemos ser nosotros mismos en el trabajo, y cuando descubrimos y apreciamos a aquellos que nos rodean.
La tarea mas desagradable, mas mundana se puede aligerar cuando dejamos de pensar en nosotros mismos como un robot y nos permitimos ser una persona.
Los que nos rodean responderán calidamente cuando los tratemos como individuos y no como en términos del rol que tienen en el trabajo.
Eso no significa que necesitemos involucrarnos con los demás de una manera impropia. Significa que, ya sea que seamos patrón o empleado, cuando a la gente se le permite ser gente que lleva a cabo tareas en vez de ser ejecutores de tareas, somos gente mas feliz y contenta.
“Hoy brillare a través de mi tarea en el trabajo. Tratare de ver a los demás y, en vez de fijarme únicamente en las tareas. Dios mío, ayúdame a estar abierta a mi propia belleza y a la belleza de los demás en el trabajo. Ayúdame a mantener relaciones sanas con la gente en el trabajo”.

(Melody Beattie,Libro El Lenguaje del Adiós).

DICIEMBRE 18: Hoy me rehusaré a aceptar la vergüenza por parte de los demás o de mí mismo por el hecho de sentir mis sentimientos

Muchos de nosotros nos hemos vuelto tan buenos para seguir la regla “no sientas” , que tratamos de convencernos a nosotros mismos de no tener sentimientos, incluso en la recuperación.
 “Si realmente estuviera trabajando un buen programa, no me sentiría enojado.”
 “Yo no me enojo. Soy cristiano. Yo perdono y olvido”
 “No estoy enojado. Estoy afirmando que estoy feliz.”
Todas estas son aseveraciones, algunas de ellas muy hábiles, que nos indican que estamos operando otra vez bajo la regla “no sientas” . Parte de trabajar un buen programa significa reconocer nuestros sentimientos y lidiar con ellos. Nos esforzamos por aceptar y lidiar con nuestra ira para que ésta no se endurezca y se convierta en resentimiento. No usamos la recuperación como pretexto para cerrar nuestras emociones.
Si, estamos esforzándonos por el perdón, pero queremos seguir sintiendo, escuchando y quedándonos con nuestros sentimientos hasta que llegue el momento de librarlos adecuadamente. Nuestro Poder Superior creó nuestra parte emocional. Dios no nos está diciendo que no sintamos; son nuestros sistemas disfuncionales.
“Hoy me rehusaré a aceptar la vergüenza por parte de los demás o de mí mismo por el hecho de sentir mis sentimientos”.

(Melody Beattie,  Libro El Lenguaje del Adiós).

DICIEMBRE 17: Hoy me consentiré a mí mismo.

Muchos de nosotros hemos estado tan privados de conocimientos que pensamos que esto es tonto o es una autoindulgencia. Consentirte ni es tonto ni es autoindulgente; es la forma como nos demostramos amor a nosotros mismos. Por eso es por lo que nos estamos esforzando en la recuperación, por una relación amorosa con nosotros mismos que funcione, para que podamos tener relaciones amorosas que funcionen con los demás.
Cuando nos sentimos heridos, nos preguntamos a nosotros mismos que necesitamos hacer para ayudarnos a sentirnos mejor. Cuando nos sentimos solos, buscamos a alguien que sea seguro. Sin sentir que somos una carga, le permitimos a esa persona que nos de su apoyo.
Descansamos cuando nos sentimos cansados; comemos cuando tenemos hambre; nos divertimos o nos relajamos cuando nuestro espíritu lo necesita. Consentirnos significa que nos demos regalos, ir al salón de belleza o a la peluquería, un mensaje, un libro, un abrigo, un traje o un vestido nuevos. Significa un largo baño caliente para olvidarnos de nuestros problemas y del mundo por unos breves momentos cuando eso nos siente bien.
Aprendemos a ser amables con nosotros mismos para abrirnos al consentimiento que los demás tienen para darnos.
Como parte del consentirnos a nosotros mismos, nos permitimos dar y recibir contacto físico positivo, un contacto que nos parezca apropiado, que sintamos seguro. Rechazamos el contacto que no nos hace sentir bien o seguros y que no es positivo.
Aprendemos a darnos a nosotros mismos lo que necesitamos de una manera suave, amorosa, compasiva. Hacemos esto en el entendimiento de que hacerlo no nos hará gente floja, echada a perder, egoísta o narcisista. La gente que se consiente es efectiva en su trabajo y en sus relaciones.
Aprendemos a sentirnos tan amados por nosotros mismos que realmente podemos amar a los demás y dejarles que nos amen.
“Hoy me consentiré a mí mismo. También estaré abierto al consentimiento que pueda darles a los demás y a recibir por parte de ellos”.
(Melody Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós).


DICIEMBRE 16: Hoy cuidaré de mí mismo emocionalmente

¿Qué significa cuidar de mí mismos emocionalmente? Reconozco cuando me siento enojado y acepto ese sentimiento sin vergüenza y sin culpa.
Reconozco cuando me siento lastimado y acepto esos sentimientos sin intentar castigar a la fuente de mi dolor. Reconozco que tengo miedo cuando se me presenta esa emoción.
Me permito sentir felicidad, alegría y amor cuando esas emociones están a mi disposición. Cuidar de mí mismo significa que he tomado la decisión de que está bien experimentar sentimientos.
Cuidar de mis emociones significa que me permita a mí mismo quedarme con el sentimiento hasta que sea el momento de liberarlo y de proseguir con el que sigue.
Reconozco que algunas veces mis sentimientos me pueden ayudar a ver la realidad, pero a veces son engañosos. Son importantes, pero no tengo que dejar que me controlen. Puedo sentir y pensar también.
Hablo con la gente acerca de mis sentimientos cuando eso es apropiado y seguro.
Busco ayuda o guía si me quedo atorado en una emoción en particular.
Estoy abierto a las lecciones que mis emociones estén tratando de darme. Después que siento, acepto y libero el sentimiento, me pregunto a mí mismo qué quiero o qué necesito hacer para cuidar de mí mismo.
Cuidar de mí mismo emocionalmente significa que valoro, que atesoro, que exploro y que aprecio mi parte emocional.
“Hoy cuidaré de mí mismo emocionalmente. Estaré abierto y aceptaré mi parte emocional y la de las otras personas. Me esforzaré por lograr el equilibrio combinando las emociones con la razón, pero no permitiré que el intelecto desplace mi parte emocional”.

(Melody Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós)

DICIEMBRE 15: me permitiré a mí mismo reconocer y aceptar cualquier sentimiento que pase por mí

Esta bien tener sentimientos y sentirlos, todos ellos.
Aunque llevemos años en recuperación, podemos seguir sintiendo que batallamos con nosotros mismos acerca de este asunto. De todas las prohibiciones con que hemos vivido, ésta es potencialmente la más perjudicial y con la que más tiempo hemos vivido.
Muchos de nosotros hemos necesitado cerrar nuestra parte emocional para sobrevivir ciertas situaciones. Cerramos la parte nuestra que siente coraje, tristeza, miedo, alegría y amor. Podemos haber apagado también nuestros sentimientos sexuales y sensuales. Muchos de nosotros vivimos dentro de sistemas con gente que rehusaba tolerar nuestras emociones. Nos avergonzaban o nos regañaban por expresar sentimientos, generalmente la gente a la que se le había
enseñado a reprimir los propios.
Pero los tiempos han cambiado. Ahora está bien reconocer y aceptar nuestras emociones. No necesitamos permitir que nuestras emociones nos controlen; tampoco necesitamos reprimir rígidamente nuestros sentimientos. Nuestro centro emocional es una parte valiosa de nosotros. Está conectada a nuestro bienestar físico, a nuestro pensamiento y a nuestra espiritualidad.
Nuestros sentimientos también están conectados a ese gran don, el instinto. Ellos nos permiten dar y recibir amor.
No somos ni débiles ni deficientes por dar rienda suelta a nuestros sentimientos. Eso significa que nos estamos convirtiendo en personas sansas y completas.
“Hoy, me permitiré a mí mismo reconocer y aceptar cualquier sentimiento que pase por mí. Sin vergüenza, me sintonizaré con mi parte emocional”.

(Melody Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós).

DICIEMBRE 14: Hoy me esforzare por tener un pensamiento

Esfuérzate por pensar claramente. Muchos de nosotros teníamos nublado el pensamiento por la negación. Algunos de nosotros incluso hemos perdido la fe en nosotros mismos porque nos hemos pasado cierto tiempo en un estado de negación. Pero perder la fe en nuestra forma de pensar no nos va a ayudar. En lo que necesitamos perder la fe es en la negación.
No recurríamos a la negación -ya fuera del problema de alguna otra persona o nuestro- porque fuéramos deficientes. La negación, ese mecanismo que absorbe los golpes al alma, nos protege hasta que estamos equipados para lidiar con la realidad.
Pensar claramente y estar en recuperación no significa que nunca recurriremos a la negación. La negación es el primer paso hacia la aceptación, y la mayor parte de nuestra vida estaremos luchando para aceptar algo.
Pensar claramente significa que no debemos permitirnos caer en la negatividad o en expectativas irreales. Mantenemos contacto con otras personas que están en recuperación. Asistimos a nuestras reuniones, donde hay paz interior y un apoyo realista. Trabajamos los Pasos, rezamos y meditamos.
Mantenemos una linea clara de pensamiento pidiéndole a nuestro Poder Superior que nos ayude a pensar claramente, y no esperando que el, y nadie mas, piense por nosotros.
“Hoy me esforzare por tener un pensamiento claro, equilibrado en todas las áreas de mi vida”.

(Melody Beattie,Libro El Lenguaje del Adiós).

DICIEMBRE 13: Hoy, Dios mío, guíame en mi forma de dar.

No tengas miedo de dar.
Durante un rato, quizá necesitemos abstenernos de dar mientras aprendemos a discernir la diferencia entre dar sanamente y cuidar en exceso, lo cual nos deja sintiéndonos victimados y a los otros, resentidos.
Esto es temporal.
Para estar sanos, para hacer la parte que nos toca en esta forma espiritual de vida, para ser parte del infinito ciclo del universo, guiado por nuestro Creador, necesitamos dar y recibir. Ambas partes son importantes.
¿Qué es dar sanamente?
Es una conducta bien definida que cada uno de nosotros debe tratar de entender. Es dar de manera que nos sintamos bien y que no nos deje con la sensación de haber sido victimados.
Es dar de manera que tanto el que da como el que recibe queden con la estima en alto.
Es dar basándose en el deseo de hacer en vez de dar a partir de un sentimiento de culpa, de lástima, de vergüenza o de obligación.
Es dar sin condiciones. O es dar basándose en un trato limpio, directo.
Ya sea que se trate de dar nuestro tiempo, esfuerzo, energía, consuelo, cariño, dinero o de darnos nosotros mismos, es un dar que podemos permitirnos.
Dar es parte de la cadena del dar y recibir. Podemos aprender a dar sanamente; podemos aprender a dar con amor. Necesitamos mirar bien cómo damos, para asegurarnos de no cruzar la línea de lo que ya es cuidar excesivamente a los demás. Pero necesitamos aprender a dar de manera que nos funcione a nosotros y que le funcione a los demás.
“Hoy, Dios mío, guíame en mi forma de dar. Ayúdame a darles sanamente a los demás. Ayúdame a dar lo que sienta correcto, lo que sienta bien, lo que sienta limpio y lo que esté dentro de mi capacidad”.

(Melody Beattie , Libro El Lenguaje del Adiós).

DICIEMBRE 12: Hoy le pediré a Dios que me muestre lo que quiere que haga este día

Todos los días, preguntemosle a Dios lo que quiere que hagamos hoy y luego pidamosle ayuda. Una simple petición, pero tan profunda y trascendente que nos puede llevar a cualquier lado al que necesitemos ir.
Escucha; todo lo que queremos, todo lo que necesitamos, todas las respuestas, toda la curación, toda la sabiduría, todo el cumplimiento de deseos se incluyen en esta simple petición. No necesitamos más que decir,
 Gracias.
Este Plan que se ha hecho para nosotros no es de privación. Es de plenitud, alegría y abundancia. Métete en él.
Y constátalo tú mismo.
“Hoy le pediré a Dios que me muestre lo que quiere que haga este día, y luego le pediré ayuda para hacerlo. Confiaré en que es suficiente para llevarme a la luz y la alegría”.

(Melody Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós).

DICIEMBRE 11: Hoy le daré fuerza a lo bueno en mí, en los demás y en la vida

 Una de nuestras opciones en la recuperación es elegir lo que queremos pensar, usar positivamente nuestra energía mental.
La energía mental positiva, la manera positiva de pensar, no significa que pensemos en forma irrealista o que retrocedamos a la negación. Si no nos gusta algo, respetamos nuestra propia opinión. Si detectamos un problema, somos honestos acerca de ello. Si algo no está funcionando, aceptamos la realidad. Pero no nos quedamos viviendo en la parte negativa de nuestra experiencia.
A cualquier cosa que le damos energía, le damos fuerza.
Hay algo mágico en darle fuerza a lo bueno, porque cualquier cosa a la que le damos fuerza se hace más grande. Una manera de darle fuerza a lo bueno es a través de las afirmaciones:
simples aseveraciones positivas que hacemos acerca de nosotros mismos. Me amo a mí mismo…. Soy suficientemente bueno… Mi vida es buena… Estoy contento de estar vivo hoy… Lo que quiero y necesito está llegando hacia mí… Yo puedo…
Nuestra alternativa en la recuperación no es si queremos usar afirmaciones. Hemos estado afirmando pensamientos y creencias desde que fuimos lo suficientemente grandes para poder hablar. La alternativa en la recuperación es lo que queremos afirmar.
“Hoy le daré fuerza a lo bueno en mí, en los demás y en la vida. Estoy dispuesto a liberar, a dejar ir, los patrones de pensamiento negativos y a reemplazarlos con positivos. Escogeré lo que quiero afirmar y lo convertiré en algo bueno”.
(Melody Beattie , Libro El Lenguaje del Adiós).

DICIEMBRE 10: Yo pensaré solo, decidiré mis propias alternativas y valoraré mis opiniones.


Tú puedes pensar. Puedes tomar buenas decisiones. Puedes tomar alternativas adecuadas para ti.
Sí, todos cometemos errores de vez en cuando. Pero nosotros no somos errores.
Podemos tomar una nueva decisión que tome en cuenta una nueva información.
Podemos cambiar de manera de pensar de vez en cuando. Ese también es nuestro derecho.
No tenemos que ser intelectuales para tomar buenas alternativas. En la recuperación, cada uno de nosotros tenemos a nuestra disposición un regalo y una meta. El regalo se llama sabiduría.
La demás gente puede pensar también. Y eso significa que ya no nos tenemos que seguir sintiendo responsables de las decisiones de otra gente.
Eso también significa que nosotros somos responsables de lo que escogemos. 
Podemos acudir a los demás para que nos retroalimenten. Podemos pedirles información. Podemos tomar en cuenta sus opiniones. Pero es nuestra labor tomar nuestras propias decisiones. Tenemos el placer y el derecho de tener nuestras propias opiniones.
Cada uno de nosotros es libre de aprovechar y de disfrutar el tesoro de nuestra propia mente, intelecto y sabiduría.
“Hoy guardaré como un tesoro el regalo de mi mente. Yo pensaré solo, decidiré mis propias alternativas y valoraré mis opiniones. Estaré abierto a lo que piensan los demás, pero asumiré la responsabilidad de mí mismo. Pediré ser guiado por la Divina Sabiduría y confiaré en que lo estoy siendo”.

(Melody Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós).