Aprendemos que algunas conductas tienen consecuencias que van en nuestro
propio perjuicio, mientras que otras tienen el efecto contrario. Aprendemos que
tenemos alternativas. (Más allá de la codependencia).
Es tan fácil defender
a los demás. Qué claro nos resulta cuando los demás están siendo usados,
controlados, manipulados o se está abusando de ellos. Es tan fácil pelear por
ellos, indignarnos justamente, correr en su ayuda y animarlos para lograr la
victoria.
“Tienes derechos”, les decimos. “Y esos derechos están siendo violados. Defiéndete a ti mismo, sin sentimientos de culpa”. ¿Por qué es tan difícil, entonces, defenderemos a nosotros mismos? ¿Por qué no podemos ver cuando se nos está usando, victimando, mintiendo, manipulando o violando de alguna manera? ¿Por qué nos resulta tan difícil defendernos solos?
Hay ocasiones en la vida en que transitamos por un sendero amable y amoroso. Sin embargo, en otras necesitamos defendernos solos, cuando el sendero amable y amoroso nos pone en manos, de aquellos que pueden maltratarnos.
Algunos días, la lección que estamos aprendiendo y practicando es la de fijar límites. Otros, la lección que estamos aprendiendo es luchar por nosotros mismos y por nuestros derechos.
A veces, la lección no acabará hasta que lo hagamos.
“Tienes derechos”, les decimos. “Y esos derechos están siendo violados. Defiéndete a ti mismo, sin sentimientos de culpa”. ¿Por qué es tan difícil, entonces, defenderemos a nosotros mismos? ¿Por qué no podemos ver cuando se nos está usando, victimando, mintiendo, manipulando o violando de alguna manera? ¿Por qué nos resulta tan difícil defendernos solos?
Hay ocasiones en la vida en que transitamos por un sendero amable y amoroso. Sin embargo, en otras necesitamos defendernos solos, cuando el sendero amable y amoroso nos pone en manos, de aquellos que pueden maltratarnos.
Algunos días, la lección que estamos aprendiendo y practicando es la de fijar límites. Otros, la lección que estamos aprendiendo es luchar por nosotros mismos y por nuestros derechos.
A veces, la lección no acabará hasta que lo hagamos.
“Hoy defenderé
mi propia causa. Recordaré que está bien que me defienda sólo cuando esa acción
sea la adecuada. Dios mío, ayúdame a defenderme solo, en forma apropiada y con
confianza”.
(Melody
Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós).
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