A veces, las festividades navideñas están llenas de la
alegría que asociamos a esa época del año. La temporada fluye. Hay magia en el
aire.
A veces, las fiestas de Navidad pueden ser difíciles y solitarias.
He aquí algunas ideas que he aprendido a través de la experiencia personal y de la práctica, para ayudarnos a superar las fiestas difíciles:
Lidia con los sentimientos, pero trata de no morar indebidamente con ellos. Pon las festividades en perspectiva: un día festivo es un día entre 365. Podemos superar cualquier periodo de veinticuatro horas.
Pasa el día, pero mantente consciente de que puede haber una reacción post-día festivo. A veces, si usamos nuestras conductas de supervivencia para pasar el día, los sentimientos nos embargaran al día siguiente. Manéjalos también. Vuelve al camino lo antes posible.
Encontremos y apreciemos el amor que esté a nuestra disposición, aunque no sea exactamente lo que queramos. ¿Hay alguien a quien podamos darle amor y recibir amor de esa persona? ¿Amigos en recuperación? ¿Hay una familia que disfrutaría de compartir este día de fiesta con nosotros? No seas un mártir, ve. Puede haber algunos que apreciarían nuestro ofrecimiento de compartir con ellos nuestro día.
No somos de la minoría si nos encontramos experimentando una festividad poco ideal. Cuán fácil, pero falso, decirnos a nosotros mismos que el resto del mundo está experimentando una festividad perfecta y que sólo nosotros estamos en conflicto.
Nosotros podemos crear nuestro propio programa para este día festivo. Cómprate un regalo. Encuentra a alguien a quien le puedas dar. Dale rienda suelta a tu parte amorosa, cariñosa y entrégate al espíritu de la Navidad.
Tal vez las navidades pasadas no hayan sido maravillosas. Tal vez las de este año tampoco. Pero el año que entra puede ser mejor, y el que sigue mucho mas. Trabaja por lograr una vida mejor, que satisfaga tus necesidades. Antes que pase mucho tiempo, la tendrás.
A veces, las fiestas de Navidad pueden ser difíciles y solitarias.
He aquí algunas ideas que he aprendido a través de la experiencia personal y de la práctica, para ayudarnos a superar las fiestas difíciles:
Lidia con los sentimientos, pero trata de no morar indebidamente con ellos. Pon las festividades en perspectiva: un día festivo es un día entre 365. Podemos superar cualquier periodo de veinticuatro horas.
Pasa el día, pero mantente consciente de que puede haber una reacción post-día festivo. A veces, si usamos nuestras conductas de supervivencia para pasar el día, los sentimientos nos embargaran al día siguiente. Manéjalos también. Vuelve al camino lo antes posible.
Encontremos y apreciemos el amor que esté a nuestra disposición, aunque no sea exactamente lo que queramos. ¿Hay alguien a quien podamos darle amor y recibir amor de esa persona? ¿Amigos en recuperación? ¿Hay una familia que disfrutaría de compartir este día de fiesta con nosotros? No seas un mártir, ve. Puede haber algunos que apreciarían nuestro ofrecimiento de compartir con ellos nuestro día.
No somos de la minoría si nos encontramos experimentando una festividad poco ideal. Cuán fácil, pero falso, decirnos a nosotros mismos que el resto del mundo está experimentando una festividad perfecta y que sólo nosotros estamos en conflicto.
Nosotros podemos crear nuestro propio programa para este día festivo. Cómprate un regalo. Encuentra a alguien a quien le puedas dar. Dale rienda suelta a tu parte amorosa, cariñosa y entrégate al espíritu de la Navidad.
Tal vez las navidades pasadas no hayan sido maravillosas. Tal vez las de este año tampoco. Pero el año que entra puede ser mejor, y el que sigue mucho mas. Trabaja por lograr una vida mejor, que satisfaga tus necesidades. Antes que pase mucho tiempo, la tendrás.
“Dios mio, ayúdame a disfrutar y a apreciar este día
de fiesta. Si mi situación es menos que ideal, ayúdame a tomar lo bueno de ella
y a dejar ir el resto”.
(Melody Beattie , Libro El Lenguaje del Adiós).
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