FEBRERO 11: LA GUÍA DIVINA.

Envíame el pensamiento, la palabra o la acción correctos. Muéstrame cuál debe ser mi siguiente paso. En tiempos de duda y de indecisión, por favor mándame Tu inspiración y tu guía. (Alcohólicos Anónimos).
La buena nueva acerca de someternos a nosotros y de someter nuestra vida a un Poder Superior a nosotros mismos es que nos ponemos en armonía con un Plan Maestro, un plan más grande del que podamos imaginar.
Se nos ha prometido la Guía Divina si la pedimos, si trabajamos los Doce Pasos.
 ¿Qué mayor regalo podemos recibir que saber que nuestros pensamientos, palabras y acciones están siendo dirigidos?
No somos un error. Y no tenemos que controlarnos o reprimirnos a nosotros mismos ni a los demás para que la vida funcione. Incluso lo extraño, lo no planeado, lo doloroso y eso que llamamos errores pueden convertirse en armonía.
Seremos guiados para entender qué necesitamos hacer para cuidar de nosotros mismos. Empezaremos a confiar en nuestros instintos, en nuestros sentimientos, en nuestros pensamientos. Sabremos cuándo ir, cuándo detenernos, cuándo esperar. Aprenderemos una gran verdad: el pan se dará a pesar de nosotros, no a causa de nosotros.
“Hoy, y todos los días, rezo porque mis pensamientos, palabras y acciones sean guiados Divinamente. Rezo porque pueda proseguir mi camino con confianza, sabiendo que mis pasos son guiados”.

(Melody Beattie, Libro El Lenguaje del Adiós).

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