FEBRERO 22: RESUELVE TUS PROBLEMAS.

“Te pido que Tu me ayudes a solucionar todos mis problemas para Tu Gloria y Honor. (Alcohólicos Anónimos)”.
Muchos de nosotros vivimos en situaciones en las cuales no estaba bien identificar problemas, tenerlos o hablar de ellos. La negación se convirtió en un modo de vida, en una manera de lidiar con nuestros problemas.
En la recuperación, muchos de nosotros seguimos teniendo miedo a los problemas. Podemos pasar más tiempo reaccionando ante un problema que tratando de resolverlo. Perdemos el punto; perdemos la lección; perdemos el regalo. Los problemas son parte de la vida. Y también lo son las soluciones.
Un problema no significa que la vida sea negativa u horrible. Que tenga un problema no significa que una persona sea deficiente. Toda la gente tiene problemas que resolver.
En la recuperación aprendemos a concentrarnos en la solución de nuestros problemas. Primero, nos aseguramos de que el problema sea nuestro. Si no lo es, nuestro problema está en establecer límites. Luego, buscamos la mejor solución. Esto puede significar fijar una meta, pedir ayuda, reunir más información, emprender una acción o dejar ir.
La recuperación no significa estar inmune o exento de problemas; la recuperación significa aprender a encarar los problemas y a resolverlos, sabiendo que aparecerán en forma regular. Podemos confiar en nuestra capacidad para resolver problemas, y ahora no lo estamos haciendo solos. Tener problemas no significa que nuestro Poder Superior nos esté fastidiando. Algunos problemas son parte de la vida; otros se dan para que nosotros les demos solución, y en este proceso creceremos interiormente de manera necesaria.
Encara y resuelve los problemas de hoy. No te preocupes innecesariamente por los problemas de mañana, porque cuando aparezcan, tendrás los recursos para solucionarlos.
Enfrentar y resolver problemas
 –solucionarlos con la ayuda en un Poder Superior-significa que estamos viviendo, que estamos creciendo y que estamos cosechando los beneficios.
“Dios mío, ayúdame hoy a enfrentar mis problemas y a resolverlos. Ayúdame a hacer la parte que me toca y a dejar ir el resto. Puedo aprender a solucionar problemas”.

(Melody Beattie,  Libro El Lenguaje del Adiós).

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