Si pudiéramos desenmarañar los misterios de
la vida y desenredar las energías que corren por el mundo; si pudiéramos
evaluar correctamente el significado de los eventos que ocurren; si pudiéramos
medir los esfuerzos, los dilemas y las aspiraciones de la humanidad, podríamos
descubrir que nada se da a destiempo. Todo llega en su momento preciso. (Joseph
S. Rizzo).
El momento en que ocurren las cosas puede ser frustrante. Podemos esperar y esperar a que suceda algo, y parece que nunca llegará a ocurrir. O, de repente, se nos viene encima un evento o circunstancia, pillándonos por sorpresa. Creer que las cosas suceden demasiado lento o demasiado rápido es un ilusión. ¡Todo ocurre en el momento perfecto!
“Hoy confiaré en el Orden Divino y trabajaré en él . Aceptaré como perfecto el momento preciso en que ocurren las cosas en mi vida hoy, así como las que sucedieron en el pasado”.
El momento en que ocurren las cosas puede ser frustrante. Podemos esperar y esperar a que suceda algo, y parece que nunca llegará a ocurrir. O, de repente, se nos viene encima un evento o circunstancia, pillándonos por sorpresa. Creer que las cosas suceden demasiado lento o demasiado rápido es un ilusión. ¡Todo ocurre en el momento perfecto!
“Hoy confiaré en el Orden Divino y trabajaré en él . Aceptaré como perfecto el momento preciso en que ocurren las cosas en mi vida hoy, así como las que sucedieron en el pasado”.
(Melody Beattie,Libro El Lenguaje del
Adiós).
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